La Diputación Provincial de Huesca acoge un año más el espectacular nacimiento que cada año monta la Asociación Belenista Oscense, una obra artística y muy emocional que refleja la dedicación y creatividad de sus promotores.
Lorenzo Ortas explica que, aunque se reutilizan la mayoría de las piezas de navidades anteriores, poco a poco van adquiriendo también algunas figuras nueva, "más modernas y más bonitas".
Así, cada año intentan hacer cosas diferentes, "en la medida de lo posible", y se acometen cambios principalmente en las escenas. Entre las novedades, ha citado una Anunciación de pastores, donde se han integrado nuevos personajes y figuras para realzar la narrativa.
Lorenzo Ortas comenta que se hace también un esfuerzo por unificar los estilos de las piezas y subraya el aprecio que los belenistas sienten por las de barro, "que a veces son tallas muy caras, difíciles de encontrar y están muy bien hechas".
Las figuras proceden de diversas ciudades españolas, como Murcia, Cataluña, o Madrid, entre otras.
La vegetación, un componente esencial en la composición del Belén, se recolecta de manera sostenible en las inmediaciones de la capital oscense, al pie de la sierra, sólo se emplean ramas y árboles secos.
El espectacular nacimiento ocupa una superficie aproximada de 30 metros cuadrados, que acogen en torno a 300 figuras, principalmente pastores, y rebaños. Las escenas que representan niños suelen ser algunas de las más apreciadas por el público.
"El proceso de montaje del Belén requiere un esfuerzo considerable y requiere un trabajo previo que se lleva a cabo a lo largo de varios meses. "No sé calcular las horas que podemos dedicar, pero seguro que son muchas más de lo que la gente pueda imaginarse", considera.
"Estos últimos días ha sido un sprint para intentar dejarlo montado", explica Lorenzo Ortas, mientras da los últimos retoques, mientras Conchita Estaún, Federico Pardo y Antonio Cid van realizando otras labores.
No habrá inauguración este año, así que el público puede acercarse ya a verlo. Descubrirá en cada pieza una historia de amor por el arte belenista. Cierta magia navideña en una obra artesanal elaborada con mucho mimo.