La víctima de pederastia del sacerdote José Miguel Flores en México ha replicado a la Orden de las Escuelas Pías asegurando que tiene "pruebas, comunicaciones y documentos que demuestran que la cúpula fue informada" y que "optaron por proteger a los agresores y encubrir la verdad", por lo que exige que "la Fiscalía General de la República y la Fiscalía de la Ciudad de México atraigan el caso para su debida investigación y que se determinen las responsabilidades correspondientes por encubrimiento, negligencia y revictimización".
Javier Fernando Alcántara Cruz asegura que la afirmación de la Orden de que tuvo conocimiento de los hechos "de abuso y encubrimiento en años recientes" "contradice información publicada por el diario El País y por otros medios internacionales, donde ya desde 2010 existían testimonios y denuncias documentadas -incluidos los del sacerdote Baltazar y los míos- que acreditan que la institución sí tenía conocimiento de los hechos desde esa fecha".
"Cuento con pruebas, comunicaciones y documentos que demuestran que la cúpula de la Orden fue informada y no actuó conforme a la ley ni a sus propios principios. En lugar de atender a las víctimas, optaron por proteger a los agresores y encubrir la verdad", asevera Alcántara, "Antes de cualquier intento de justicia, quisieron silenciarme con dinero y abogados. Ese intento de comprar mi silencio solo confirma lo que hoy denuncio: quieren tapar la verdad y evitar que la responsabilidad alcance a quienes sabían y callaron", agrega.
Concluye el comunicado de Javier Alcántara así: "Reitero mi compromiso con la verdad, con la justicia y con todas las víctimas que, como yo, han sido ignoradas, descalificadas o burladas. No busco venganza, busco justicia. Y esa justicia empieza por reconocer la verdad y por garantizar que estos crímenes no vuelvan a repetirse. La verdad no se compra ni se silencia".