Patricia Heredia ha afirmado en el Salón Azul del Casino que "las personas tenemos que ser 360º" frente a la compartimentación tradicional entre ciencias y letras que cercena muchas posibilidades. "La tecnología y la sociedad vamos a ver cómo evoluciona, y tienen mucha relación, porque las innovaciones avanzan con mucha velocidad. ¿Cuál es la que más nos ha condicionado en los últimos años? El teléfono móvil"
El Club de Debate Lucas Mallada ha presentado esta conferencia titulada "Entre humanos y tecnología" y debate en el que el presidente, Javier Caudillo, ha presentado a la ingeniera oscense que ha recibido una gran cantidad de reconocimientos, el último el de Ingeniera del Año 2025.
Patricia Heredia ha explicado su proceso vital comenzando con el juego desmontando juguetes, para posteriormente programar en secreto porque no quería que le llamaran rara. Lo importante es "la tecnología es más poderosa cuando se combina con creatividad y emoción".
Ha defendido la filosofía maker, que no sólo es hacer, sino compartir. "El proyecto está abierto en cuanto lo cuelgas en una plataforma". Si tienes un conocimiento "es egoísta no compartirlo. Hay que aprender de cualquier tema del que estemos hablando".
Ha expuesto el proyecto de Valpat, proyecto de divulgación tecnológica a través de redes sociales con su alter ego, Valeria Corrales. "Tenemos que ir donde están los jóvenes. Hay que llenarlos de contenido que les sea útil". Y lo que era un concepto arraigado se convirtió a su vez en diversión. Han subido en youtube más de 700 videos y su comunidad supera los 277.000 usuarios. Directos para niños y niñas en pandemia hasta un centenar sin pausa de un día.

En todo caso, mása que las cifras lo fundamental han sido las experiencias. "Nos lo pasamos estupendamente", llegaron a cientos de colegios y miles de niños. Ha mostrado su orgullo de ser de Huesca que exterioriza en acontecimientos y convenciones explicando que el fuselaje de aviones de películas se realiza en Loporzano.
Ha explicado la Ley de Moore, que explicita que el número de transmisores en cualquier dispositivo se duplica cada dos años, y se consigue que sean más potentes, pequeños, rápidos y asequibles.
Ha expuesto ejemplos prácticos de evolución como Ray-ban Meta, las gafas que utilizan la IA, hacen fotos y vídeos, escuchan, tienen su pantalla privada, traducen y se conectan con sistemas deportivos. Y se ha preguntado si la Ley de Moore llega a su fin: por un lado, ya no se pueden hacer los componentes más pequeños, pero hay tecnologías para incrementar la potencia, como la tecnología cuántica o las redes neuronales.
Sobre las tecnologías exponenciales, considera que son las que permitan nuevas formas de experimentar, formas de mejorar la eficiencia con nuevas herramientas en proceso o las ilimitadas oportunidades de mejora, como la realidad virtual y aumentada, los vehículos autónomos, el Internet de las cosas, el blockchain o la Inteligencia artificial.
Las revoluciones tecnológicas han mejorado la movilidad, la industrialización, la conexión y la globalización a través de los coches, las fábricas, la radio y ls tecnologías. Ha mostrado su aprecio por la radio, porque sería "la primera red social, porque un montón de personas estaban a la vez en el mismo tiemplo haciendo algo".
El sentido crítico asegura que nos estamos adaptando pero hay cuestiones en las que no evolucionamos. "Tenemos la obligación de enseñar bien a la tecnología, porque, si no, nos irá mal". De hecho, la IA tiene sus propios sesgos. "Lo que tenemos que tener es sentido crítico, que cuando nos devuelve algo, preguntémosle".

Centrándose en la educación, ha enumerado cuatro condiciones imprescindibles: Resolución de problemas, pensamiento crítico, imaginación aplicada y trabajo en equipo. Todo ejemplificado con un pequeño robot en el que se especifica la exactitud en las órdenes. "Obedecen todo lo que les dices sin cuestionar. Si hace algo mal, en realidad eres tú, porque hace lo que le dices".
Ha sostenido que la tecnología es transversal, porque la IA se utiliza en todas las actividades y no tiene sentido diferenciar entre lengua, deporte, ciencias y música a la hora de ofrecer las mismas oportunidades a todos.
Los programas educativos en tecnología, desde su experiencia de Minivinci, han de tener tres claves: ha de ser fácil de empezar para que se puedan terminar, con espacio para crecer y que sean altamente aplicable para estar en perfecto desafío, y personalizable para que sea relevante para cada persona.

En la conferencia, en la que ha interactuado con varios de los presentes (incluido fallo robótico como corresponde), ha continuado con proyectos que hacen con los niños de la Academia, para que adapten con los mecanismos que han aprendido a problemas del día a día y que luego puedan exponerlo a un jurado.
"Quiero que piensen en un problema, no en una solución", porque los problemas existen. Ha mostrado un Dachi-Casco para el Dachtball, un Pentaseguidor para no perderse en la partitura y utilizar la IA para la música o el Pepefinder porque su hermano lloraba y afectaba a la familia con lo que ideó una cajita con sensor de sonido para darle el chupete a su hermano... "Ha visto un problema, una solución y la ha contado". Ha estimado que no necesariamente todos van a salir con vocación de programador, y de hecho algunos "van a salir filósofos o historiadores".
Ha concluido que hay muchas relaciones entre humanos y las tecnologías. "Al final, entre humanos y tecnologías, gana el humano"