La jornada de Ciberseguridad para Directivos, Cómo gestionar equipos ha aunado las voluntades de Inetum, convocante de la iniciativa a través de su programa de voluntariado con la colaboración de Crowdstrike, cuyo objetivo principal ha sido el de apoyar al Quebrantahuesos Rugby Club ante su necesidad de dotarse del material que le fue robado por los cacos.
En la Sala Conexión del Parque Tecnológico Walqa, ha habido una gran afluencia de directivos de empresas y de miembros del Quebrantahuesos Rugby Club, que han escuchado en primer lugar una muy interesante charla de Enrique de Meer sobre las 50 clñaves para gestionar equipos, de manera que se dimensionan a través de la capacidad de los líderes de dinamizar las voluntades de los componentes.
Ignacio Alastruey, director de Inetum de Aragón, se ha concentrado en establecer analogías entre el rugby, el mundo de la empresa en general y los sectores tecnológicos en particular. Ha recordado que, en el rugby, "para gestionar equipos la primea necesidad es tener un equipo". A partir de ahí, se ha concentrado en una trinidad que es cimiento de todos los éxitos: "la unión, la solidaridad y la normativa. El esfuerzo es importante, pero la normativa es la que ordena los activos y permite avanzar hacia la meta", que no es otra que conseguir los ensayos y las transformaciones con las que triunfar. Y, en tercer lugar, "esto va de gestionar personas y de motivación".
Alastruey ha expuesto el programa de voluntariado propio de Inetum que el año anterior llevó a varios de los trabajadores a la iniciativa de Apadrina un Olivo de Oliete (Teruel). En aquella jornada entre olivares, ha explicado Alastruey, "extrajimos más ideas sobre nuestra empresa que en muchas reuniones", constatación de que la inspiración encuentra escenarios insospechados para cohesionar equipos.
Una conversación de Álvaro del Hoyo, de Crowdstrike) y Rafael Otal (de Inetum y jugador del Quebrantahuesos Rugby Club) ha incidido en el hecho de que, en materia de ciberseguridad, resulta fundamental establecer estrategias de equipo para impedir las intrusiones del enemigo y aprovechar las fuerzas propias.
Del Hoyo y Otal han recordado en una charla participativa que prácticamente todos hemos sufrido el "phising" (las estafas cibernéticas) o el "vishing" cuando se ataca con mensajes de voz. El incremento de estos delitos ha sido del 442 % y han enfatizado que las llamadas que recibimos o los estímulos "son muy convincentes" y nos inducen a descargar ficheros o ir a webs a las que estamos acostumbrados a acudir para cambiar el password. Han enumerado otras tipologías como el timo de los CEO y los ramsonware, "hay que intentar que no accedan los que te atacan, como en una maul de rugby". Han abundado en que hay que hacer copias de seguridad y probarlas y recuperarlas periódicamente. "Hay que tratar de entender a los adversarios viendo cómo evolucionan los ataques, mejorar la capacidad de entender vulnerabilidades. A veces no tenemos una solución, pero sí capacidad para replicar los ordenadores y sacar a los adversarios de la red".
En su diálogo, han recordado aspectos como el ataque a la cadena de suministros que se producen en ocasiones por enemigos internos, de dentro de la organización, "el enemigo que está en casa no sabes cuándo va a atacar, por eso tenemos herramientas de monitorización", ha afirmado Rafa Otal. "No estamos solos para defendrenos ni para ser víctimas, tenemos EDR (antivirus), servidores, protección de móviles y otros instrumentos para combatir identidades creadas sin seguridad", ha agregado Álvaro de Hoyo, que ha expuesto las connotaciones internacionales con intervención incluso de estados o como Corea del Norte.
Las decenas de participantes se han desplazado al Centro de Ciberseguridad de Aragón, donde les ha explicado con todo lujo de detalles su trabajo Óscar Torrero, de Aragón de Servicios Telemáticos (AST).
El tercer tiempo, siguiendo el modelo del rugby, ha sido el del entretenimiento, el intercambio de pareceres, la comida y la gratitud por una jornada en la que todos han quedado alimentados por el conocimiento y el Quebrantahuesos Rugby Club de Monzón por unos dineros que les vendrán muy bien para reparar el destrozo de los ladrones dentro de una campaña de crowdfunding que hoy ha sido muy especial y gratificante. Y es que, además de recuperar la integridad material, seguro que abstraerán lo aprendido en la temporada que se avecina.