Siendo que no era una hora muy propicia, 15:30, la presentación de Birding Aragón a través del divulgador oscense Pablo Vallés y de La Fábrica de Solfa de Beceite (Sol Repsol) en el estand de Aragón de Fitur atrajo la atención de propios y extraños, bajo la sugerencia de las hermosas fotografías de aves y de la elaboración de un plato con los cocineros Kike Micolau y Wang.
El proyecto Picotea Aragón es un maridaje entre el turismo ornitológico y gastronómico. "Cuando lo dices así la gente piensa que vas a comer pájaros. Es lo contrario a lo que pretendemos con este producto. Lo que queremos es que el visitante que venga a Aragón y conozca el excelente producto gastronómico que tenemos, se pueda llevar una sorpresa al ver aves asociadas a esos productos. Y al revés, que el turista ornitológico que venga y probablemente no conozca la alta calidad de productos gastronómicos a través de esa experiencia pueda disfrutarlos".
Historias de aves a través del alimento. Ese es el resumen de esta idea turística. Y, como mejor expresión, los ejemplos. Cada miembro de Birding Aragón, sea educador, guía o alojamiento ornitológico puede presentar sus experiencias gastronómicas en relación a las aves. Ha aludido Vallés a los aceites del Somontano y Bajo Aragón presentados, fruto de una variedad ecosistémica como la que hay para los pájaros.
Ha comenzado con la bienvenida: un aceite de oliva de alta calidad nos asocia con los zorzales, que ven los primeros olivos en su migración hacia el sur en Aragón. Esta especie se alimenta picoteando esas olivas. Y el aceite se pone en una tostada de pan. Ahí entran las grullas de Gallocanta que se nutren de los restos del cereal.
Los buitres son el ave más presente en los cielos de Aragón. "Para alimentarse, descienden al valle, y desde hace diez mil años realizan una asociación con los ganaderos humanos, ya que aprovechan los animales muertos". Ha aludido al Ternasco de Aragón que aporta en una importante acción comida para los buitres. "La asociación con el ganado extensivo es imprescindible para el buitre".
El siguiente en el desfile de las explicaciones es el halcón abejero, una especie de águila que sobre todo se alimenta de avispas aunque también de abejas. Ante el problema de la avispa asiática, la solución natural es este ave. Está claro que, donde cría, en las sierras exteriores pirenaicas, desaparecen las avispas invasoras como las asiáticas, con lo que protege a los apicultores y la miel que producen.
Aunque sea un ave marina, Aragón está llena de cormoranes, que descubrieron que en las aguas del interior son más agradables que los temporales invernales de la costa, y además ofrecen alimento. Un pescado que ha encontrado su hábitat en el Pirineo es el esturión, que desde El Grado llega a los platos de La Fábrica de Solfa.
La curruca, otra migratoria. Une en armonía su acción con los arbustos a través de la zoocoria, aves que expanden por el territorio los frutos con azúcares que necesitan para su nutrición, en este caso los frutos del bosque.
Y el emblemático Quebrantahuesos (la Fundación para su Conservación ha estado también presente en Fitur) que pudo salvarse de la extinción escondido en los valles más profundos del Pirineo. "Hoy la unión del quebrantahuesos y la ganadería extensiva es fundamental". Ave osteófaga, se alimenta de huesos, en cuyo interior está el tuétano, altamente nutritivo.
Y Kike Micolau y Wang, en un abrir y cerrar de ojos, se han puesto manos a la obra para elaborar unos filetes de esturión rellenos de tuétanos de ternasco y un lingote también de este producto regados por aceite de oliva virgen extra del Somontano. Y, ¡voilá!, obra maestra y un excelente plato turístico. De altos vuelos.