El Campus de Huesca ha presentado este jueves, el proyecto ‘Biblioteca en Red’, una iniciativa pionera que integra los servicios y recursos de sus cuatro bibliotecas universitarias y que aspira a convertirse en modelo para toda la Universidad de Zaragoza. Esta propuesta, surgida de un trabajo colaborativo entre personal bibliotecario, docente, investigador y estudiantado, busca transformar las bibliotecas en espacios abiertos, diversificados, conectados y centrados en las personas, tanto dentro de la comunidad universitaria como abiertos a la ciudad de Huesca.
El acto de presentación ha contado con la participación de la nueva vicerrectora de Política Científica de Unizar, Pilar Pina, la vicerrectora del Campus de Huesca, Marta Liesa, la directora de la Biblioteca Universitaria, Cristina Seguí, y Elena Escar, bibliotecaria de la Escuela Politécnica y coordinadora del proyecto en Huesca.
“Estamos muy contentos en el Campus de Huesca por haber sido pioneros en poner en marcha el proceso estratégico de la nueva organización de las bibliotecas”, ha destacado Marta Liesa. “Queremos repensar cómo se pueden organizar los espacios y los servicios, y poner a la biblioteca en el centro del proceso de conocimiento”.
‘Biblioteca en Red’ forma parte del proyecto estratégico global "Nueva organización de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza", cuyo objetivo es adaptar estos espacios a las nuevas formas de aprendizaje, al acceso digital a la información y al contexto de la ciencia abierta. La consultora Hexagonal ha facilitado el proceso, basado en la participación y el análisis conjunto.
La vicerrectora de Política Científica ha subrayado el valor estratégico del personal bibliotecario. “Estamos hablando de más de 130 personas en toda la Universidad. Es una responsabilidad importante para mí, como vicerrectora de Política Científica, que la maquinaria funcione, que trabajemos juntos y trabajemos bien”, ha dicho Pilar Pina. Ha subrayado el lema del quinto Plan Estratégico de Bibliotecas, que suscribe al cien por cien: “Personal renovado, un servicio renovado, un equipo comprometido".
“Huesca se presta especialmente a hacer esta experiencia piloto, porque permite conectar edificios y equipos. Lo bonito del proyecto es que cada biblioteca tendrá su papel: una más centrada en el estudio, otra en la consulta, otra en el coworking..., y que los estudiantes sepan que en alguno de estos puntos van a encontrar un sitio abierto".
Pina ha elogiado la iniciativa, que comenzó antes de su llegada al cargo. “Cuando me lo contaron, me pareció superinteresante -ha apuntado- y totalmente adecuado para la estructura de Huesca. Es un ejemplo claro de hacia dónde deben ir las bibliotecas universitarias, que están actualizándose en esta ciencia abierta que se está desarrollando a una velocidad increíble y también el estudiantado".
Pina ha agradecido que han aceptado el desafío a los equipos de las bibliotecas de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte, de la Facultad de Empresa y Gestión Pública y la de la Escuela Politécnica Superior.
Cristina Seguí, por su parte, ha recordado que la iniciativa arrancó en 2023 cuando presentó al equipo de dirección la necesidad de realizar cambios en la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza. "Sabes que hay un problema, pero todo el mundo deriva la causa a otro lado, sin darse cuenta de que es algo tan grande como un elefante que está dentro de la habitación. Esta metáfora es la que utilizó la consultora Hexagonal para hacernos ver que no estábamos abordando el principal problema".
También utilizó la hipótesis del experto Lluís Anglada, que parte de la idea de que siempre los bibliotecarios tienen mucho miedo a volverse irrelevantes, "Primero fue la automatización, luego la información en línea dejando el papel, y en la última fase es la inteligencia artificial, que incluso empieza a hacer el papel del bibliotecario haciéndonos la búsqueda", ha recordado.
"Sin embargo -ha valorado-, nuestro enfoque hacia los usuarios ha hecho que, por un lado, abracemos las nuevas tecnologías como palanca para poder ir más allá y también siempre escuchamos las necesidades que tienen. Estos son nuestros puntos fuertes para echar a andar".

Para Seguí, el mayor reto es el trabajo en red: “Pero ese reto lo tenemos muy interiorizado. Colaborar está en nuestro ADN. No se trata de que todos hagamos lo mismo, sino de diversificarnos, cooperar y aportar desde lo que mejor sabe hacer cada biblioteca”.
"Hexagonal vio que no todos teníamos que hacer lo mismo, porque perdemos mucha capacidad. Su propuesta es que diversificamos y trabajáramos cada uno en un nicho, pero por supuesto atendiendo todos a la comunidad universitaria del campus de Huesca y a la sociedad oscense en general, a la que también estamos abiertos".
Como ha añadido, el servicio de biblioteca se ve como un apoyo a las nuevas tendencias de la ciencia abierta. "En cuanto a los nuevos modelos de aprendizaje, en las bibliotecas estamos atentos para adaptarnos y dar los servicios que la comunidad necesita", ha añadido. "Nuestro punto fuerte es un personal comprometido, y no se trata de hacer como si no viéramos el elefante, sino subirnos encima y domarlo. Afrontar los retos para poder seguir siendo relevantes, en palabras de Lluís Anglada. Queremos siempre ser útiles a la comunidad en la que estamos trabajando", ha finalizado.
La coordinadora del proyecto, Elena Escar, ha puesto el foco en la dimensión práctica del proceso. “Somos un equipo de 18 personas que trabajamos con una visión de campus. Este proyecto nos permite experimentar y repensar el servicio desde un enfoque centrado en el usuario”, ha explicado. “Queremos superar esa imagen de biblioteca como sala de estudio y préstamo de libros, y convertirnos en espacios activos, colaborativos, relevantes para los nuevos modelos de aprendizaje y para la sociedad”.
Entre los pasos concretos del plan de acción destacan la colaboración con la red de estudiantes Erasmus, el sistema de señalización ‘Asíéntate en la biblioteca’ para visibilizar cada centro, y la creación de “rincones verdes” en los distintos espacios.
“Este proyecto impacta directamente en todas las líneas del plan estratégico: las personas, los servicios, los espacios. Y aunque sentimos la responsabilidad de ser prototipo, lo afrontamos con ilusión. Creemos firmemente que va a funcionar y podrá extenderse al resto de la Universidad”, ha concluido Escar.
El modelo que hoy se ha presentado en el Campus oscense busca transformar la red bibliotecaria en un ecosistema interconectado, abierto, adaptado al siglo XXI y capaz de acompañar a la comunidad universitaria y a la sociedad en los nuevos procesos del conocimiento.