“O’ Chinebro, escuela con futuro, pueblos vivos” ha sido el lema principal de la concentración ante el Servicio Provincial de Educación en Huesca que han llevado a cabo este martes las familias de Caneto, con numerosos apoyos, respondiendo al anuncio por parte del Gobierno de Aragón del cierre del centro y el traslado de los alumnos y alumnas al CEIP La Fueva en Tierrantona.
Las familias han pedido que se les escuche y una solución, porque su reivindicación es que el centro se mantenga abierto. “Quiero mi cole en Caneto”, “salvemos el cole de Caneto”, “hay dos opciones: nos quedamos o no nos vamos” y “Caneto no se cierra, se siembra”, ha sido algunos de los mensajes que han mostrado los concentrados, entre ellos los niños y niñas que asisten a este centro.
Además, han desmentido que el agua de Caneto no sea potable, repartiéndola ente los asistentes, y que no cuenten con wiffi. En este sentido, esperan que el nuevo informe de Educación recoja la situación actual y pueda continuar abierta la escuela.
Los manifestantes han permanecido durante una hora, primero en el centro de la plaza de Cervantes y luego ante las puertas mismas de la Diputación General de Aragón en Huesca lanzando sus críticas, como que no se cree en la lucha contra la despoblación y que “cerrar un colegio es un sacrilegio”.
Eduard Jubert, uno de los portavoces de la asociación de padres y madres de Caneto ha señalado que se trata de una lucha “por los derechos” de sus hijos. “Que se nos escuche y se busque una solución a este problema”, ha pedido, pero “una vez más se nos ha negado ese diálogo”, ha lamentado, tanto por parte de la Consejería de Educación como por la Diputación Provincial. “Seguiremos luchando y esperando a que nos quieran recibir”.
Según ha explicado, “la administración nos ha dejado en un limbo. Ayer se hizo oficial el cierre, el profesorado hoy ya no ha asistido a clase, tampoco ha venido el transporte que se nos había prometido, nadie nos ha dicho cómo gestionar el tema de las becas… Nos han dejado la responsabilidad a los padres de trasladar a nuestros hijos, como si no trabajara nadie”, ha apuntado.
Asimismo, ha asegurado que este miércoles los alumnos y alumnas de Caneto no van a ir al centro escolar de Tierrantona. “Nuestra posición es firme y queremos una solución. El Gobierno de Aragón se ha basado en un informe obsoleto, de ahí esas acusaciones de que no había ni agua ni luz ni Internet. Eso ya se ha desmentido. Tras nuestras alegaciones, Educación envió ayer a un técnico para corroborar si esto era verdad. Espero que el futuro informe se vea que somos un pueblo en toda regla”.
Actualmente viven en la localidad unas cincuenta personas, de las cuales 21 son niños “Somos la pura imagen de la repoblación por la que todo el mundo aboga, y aquí estamos para que nos escuchen. Entiendo que en un despacho y con un informe obsoleto se puede tomar una decisión, pero es el momento de rectificar. Abrimos la puerta, por favor escucharnos y solucionarlo ya”, ha finalizado.
En la manifestación estaba Elesar, con un cartel que indicaba: “En la década de los 80-90 ya existía esta escuela. Yo estudié ahí”. Como ha explicado, vivió en Caneto en su infancia, luego fue a estudiar al Instituto a Graus y después a la universidad en Cataluña. Tras trabajar en Europa, volvió a vivir a Graus con su pareja y, al tener hijos decidieron volver al pueblo. “Fue una experiencia tan bonita para mí tener esa infancia... Llegamos a ser 14 en el colegio, y era muy familiar, muy cercano, por lo que quise volver con mis hijos”, ha explicado. Su hija mayor ahora acude al instituto y sus dos hijos pequeños van al cole en Caneto.
También ha participado en la movilización Miguel, que fue maestro en Caneto. “Antes había habido otra maestra, muy heroica, Irma del Arco, pero había dado a luz, hubo otra que la sustituyó y luego llegué yo el tercer año, que ya fue el último de aquella época. Se cerró en el 92-93 porque ya solo quedaron 3 alumnos de los 6 que estuvieron conmigo. Llegó ha haber unos doce, pero fueron haciéndose mayores y ya acudían a Graus”, ha explicado.
Ahora, con 21 alumnos “funciona muy bien. El pueblo ha crecido y la escuela también, por lo que considera que “la administración tiene que arreglar este asunto y legalizar el colegio, haciendo las modificaciones que haga falta si hay que hacer alguna. En cuanto a la infraestructura, no creo que haya ningún problema importante. Quizá algún cambio administrativo para que el colegio forme parte de alguna de alguna estructura. Es una escuela que funciona y lo que hay que hacer es mantenerla, cuidarla y arreglarla y darle un código de centro”, ha opinado.
Para finalizar, Jubert ha dado los gracias a todos los participantes y ha recordado que la próxima cita reivindicativa es el día 16 de noviembre en Zaragoza.