El refranero popular español es tan sabio que puede aplicarse al esquema Ponzi que ha colapsado esta semana, como tal un fraude, una estafa aunque se empeñen en revestirlo de eufemismos. Desde "la avaricia rompe el saco" a "nadie da duros a cuatro pesetas", el caso es que el ensañamiento acompaña a pérdidas patrimoniales en algunos casos muy gruesas, con el contrapunto lacerante de que los hay que, como en todas estas casuísticas, se ha llenado la faldriquera. Básicamente, además de los artífices de TS Vertex (que en las redes suyas aseguran algunos usuarios alcanza los 3.900 millones de dólares) y los primeros inversores, convertidos por mor de esta metodología en comercializadores y reclutadores con pingües beneficios mientras entregaban la inseguridad cuando los más altos de la pirámide tenían la certeza de que en el desplome iban a dejar mucha sangre financiera a otros congéneres.
Existen otros dos aforismos clarificantes: "además de burro, apaleado" o "tras cornudo, apaleado". Un mensaje llamativo de uno de los pioneros en la inversión, los comercializadores que atrajeron a un buen número de incautos, se ha reproducido esta semana en el telegram de más de diez mil personas de la comunidad española de TS Vertex: "Lo primero que quiero dejar claro es que TS Vertex no es una estafa, nunca lo ha sido". Quédese, estimado lector, para contrastar esta afirmación tan rotunda, con la definición de estafa: "Delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro". Salvo el primer término, que habrá de dilucidar la justicia, el resto es tan palmario como lo es cualquier descripción de un esquema Ponzi (en recuerdo del reconocido estafador de hace un siglo).
Recuerda que, en los mensajes fijados por la misma TS Vertex, asegura que forma parte de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos) y "cumple el código LEI" (es simplemente un identificador de personas jurídicas que realizan transacciones financieras), "etcétera, etcétera, etcétera". Lo que no explica es que, por dos veces, la Comisión Nacional del Mercado de Valores lanzó sendas advertencias en 2021 y 2023 explicando su desautorización como actor de servicios de inversión, tal y como expuso EL DIARIO DE HUESCA.
En tono de autovictimización y reconociéndose "administrador", afirma: "hemos solicitado nuestra dimisión por faltas de respeto graves y por amenazas... Todos los administradores hemos trabajado mucho más allá de lo soportable, mucho más allá de lo saludable para un ser humano. Nosotros no somos responsables de las decisiones que toma la dirección de TS Vertex. Nosotros somos usuarios como vosotros con nuestro capital invertido en TS Vertex".
Después de esta extraña relación a dos bandas, por un lado como "administradores" sin responsabilidad -eso sí- y por otro lado como usuarios, llega la admonición: "Espero que este tiempo que hemos pasado juntos sirva para que nunca invirtáis vuestro capital sin antes entender dónde estáis invirtiendo. Para que le dediquéis tiempo a comprender el funcionamiento de la app, para que leáis y entendáis las publicaciones de TS Vertex". Esta argumentación inculpatoria podría hacer pensar que, de haber entendido mejor la cultura de la compañía, no les habrían cegado las retiradas de su dinero, el que aportaron con promesas ciertas y realidades gaseosas.
Prosigue la filípica: "Para que nunca invirtáis un capital que no estéis dispuestos a perder, es básico en las inversiones: NO INVIERTAS NUNCA LO QUE NO ESTÉS DISPUESTO A PERDER". Así, en mayúsculas, echando la bronca. Y colofón: "Sinceramente, sentimos mucho todo lo ocurrido, si estuviese en nuestras manos esto no hubiera ocurrido nunca, pero nosotros no podemos hacer más de lo que hemos hecho".
Con la alforja llena con absoluta seguridad por su exuberancia cultural de estas inversiones, conclusión exculpatoria: "Podéis estar tranquilos. TS Vertex no es ninguna estafa. Eso sí, la gestión de todo lo ocurrido deja mucho que desear". El arte de la contradicción.
Las respuestas en el canal eran concluyentes: "Editado, no entrar en Vertex, es una estafa". Otros se preguntan "por qué la gente se obstina en gtirar su dinero" e incluso afirman que "si os gusta que os estafen os mando mi paypal directamente". "En estos sistemas los que ganan dinero son los creadores y sus amigos, los que están arriba en la pirámide, el resto reciben poco o nada. Que prefiero "tirar" mi dinero en una cuenta remunerada, Letras del Tesoro o similares que como poco me dan o daban un 2% y no pierdo el dinero". "En estas cosas todo el mundo siempre esta ganando mucho dinero, por que se trata de eso de meter a mas peña por debajo tuyo. Joder solo hay que darse una vuelta por la red".
3.900 MILLONES Y LA OFICINA EN HUESCA
Como explica otro usuario, este Ponzi -el esquema de estafa piramidal es repetido por varios de los participantes- ha "dado dinero durante el casi un año que ha durado", pero los últimos días entraron en "modo recaudación descaradísimo y, tal y como se temía, a día de hoy ha petado". Como en todo Ponzi, los que entraron al principio recuperaron la inversión y el resto seguía jugando y haciendo retiradas de cuando en cuando.
Recuerda el local físico en Huesca y estima que "los creadores de este Ponzi se han llevado unos 3.9 billones de USDT (que seguramente sean más). Con lo de el aumento de límites y los eventos varios de los últimos días para recaudar, hay miles de personas que habrán perdido 4 o 5 dígitos". Esa cantidad son 3.900 millones de dólares.
La recaudación final, concluye otro inversor, es la fase última del Ponzi: "Pagar para desbloquear retiros. A algunos usuarios les tramitarán los retiros para usarlos de cebo y al grueso de los que paguen se comerán una mierda".
Se van, además, con una buena bronca las víctimas: tendrían que haber aprendido a leer a TS Vertex y saber que, en cultura financiera, hay que estar dispuesto a perder lo que finalmente se pierde. Ni compromisos, ni legalidad ni otras zarandajas.
Por cierto, una última pregunta que queda en el aire. Dentro de una organización tan opaca, de origen tan extraño y finalidad tan previsible, habida cuenta la dimensión internacional del Ponzi y posterior colapso (a nuestra redacción han llegado denuncias desde Venezuela, Italia o Andalucía por poner un ejemplo), ¿por qué la única oficina está en Huesca? Alguna explicación, sin duda, tendrá.