El Grupo Municipal de VOX en el Ayuntamiento de Huesca ha denucniado públicamente "el acoso sistemático contra la libertad de expresión impuesto por la izquierda y respaldado por quienes, con su silencio o complicidad, permiten que la censura avance sin freno". Su objetivo, según dicen, es "erradicar cualquier voz disidente y someter a la sociedad a un pensamiento único obligatorio".
VOX alude al escrito presentado por la Asociación 28J de Huesca en el Ayuntamiento de Huesca en el que exige "la retirada inmediata de una publicidad tránsfoba" que ha aparecido en varias marquesinas de la ciudad. Esta publicidad, considerada un mensaje de odio, "atenta contra los derechos del colectivo LGTBIQA+ y los principios de igualdad y no discriminación", señala el colectivo.
En opinión de VOX, se trata del último episodio de una "persecución", porque "a ciertos colectivos les molesta que existan opiniones diferentes a las suyas".
"No toleran la discrepancia, no admiten el debate y solo buscan silenciar a quienes no se arrodillan ante su ideología sectaria", añaden en un comunicado de prensa.
Lo califican de "ataque" a VOX, que se siente víctima de la misma "mordaza" con la que la izquierda, con la complicidad del Partido Popular, intentó censurar sus vallas publicitarias. "En ellas mostramos datos reales y contrastados sobre el aumento de agresiones sexuales y la inseguridad que sufren muchas mujeres en Huesca. Pero como esta realidad desmonta su relato oficial, su única respuesta fue pedir su retirada", sostienen.
"No solo intentaron borrar la verdad, sino que además atacaron a VOX por atreverse a denunciar lo que ellos pretenden ocultar. No quieren que se hable de la inseguridad que su modelo de sociedad ha generado, y por eso recurren a la censura y la persecución", añaden.
La formación les acusa de "enemigos de la libertad" e intolerantes y asegura que no se va a "someter a su censura".
"La libertad de expresión no es un privilegio de la izquierda, es un derecho de todos. Y nosotros no nos callaremos. Seguiremos luchando para que en Huesca la verdad no sea aplastada por la imposición ideológica de quienes quieren un pueblo sumiso, controlado y sin voz", concluyen.