La Fira de Sant Medardo ha podido ser disfrutada en plenitud porque sólo a partir de las 20 horas ha comenzado a llover después de la tarde pasada por agua del sábado. Agotado por el trajín todo el equipo directivo del certamen, esperarán a hacer el balance numérico a las próximas horas, pero se puede presumir que habrán sido no menos de 3.000 los visitantes que han recorrido el pabellón y participado en las actividades al aire libre.
Este domingo, todo lo planificado ha salido a pedir de boca. Incluso ha superado las expectativas en aspectos cualitativos como el paseo saludando que cinco avionetas que iban a aterrizar en el aeródromo han protagonizado a instancias de la dirección de esta instalación, que ha sido un efecto que ha entusiasmado a los presentes.
Uno de los aspectos fundamentales, la satisfacción de los expositores, se ha cumplido perfectamente, como señala la concejala Yolanda Castelló, que sostiene que "la gran mayoría estaban muy contentos, aunque siempre hay algún producto más complicado, pero las ventas en general han sobrepasado incluso lo que esperaban". No podía ser de otra manera: "Ha estado petado todo el día", de 11 a 14 y de 18 a 21 horas. Incluso el sábado, "por la lluvia, la gente se refugió en el pabellón y aprovechó para consumir, con lo que el resultado es muy bueno".
La afluencia de gente de la comarca y de Cataluña ha gozado con la exhibición de los drones y de las gafas especiales FPV, ha recorrido el entorno en bicicleta eléctrica y el tren ha echado humo después de estar varado ayer por el temporal. Simpático y agradable el taller de cocina con los pequeños. de David Grasa y Luciano Antón (restaurante Arp y Carnicería Ribagorza). Prometedor la presenciación del programa de la bici por el Montsec y singular la bomba de semillas del método de Fukuoka además del descubrimiento del método Nengo Dango. Tiempo para la lírica con el libro Reflexiones animals. Poemas desde el Pirineo de Baltasar Ballarín y su hija Sara. Y una mirada retro con las máquinas recreativas de los años 70, 80 y 90.
El Ayuntamiento celebra el buen balance consciente de que todavía resta trabajo, y es que las urnas para los sorteos (como el de los vuelos) están repletas a pesar de que se exigía rellenar no menos de seis campos. Pero es que la ilusión no conoce de esfuerzos. La 33 edición ha progresado adecuadamente. Pronto a empezar a preparar la 34 de la "Slow Fira" de Artesanía, Agroalimentación y Turismo.