El Campus de Huesca ha cerrado este jueves el ciclo académico con un concierto que ha funcionado como un ritual musical de paso, una ceremonia sonora que ha sellado el fin de exámenes y evaluaciones en un suspiro colectivo de alivio y celebración. En el histórico recinto de Santa María In Foris, la voz coral del campus, dirigida por Alejandro Escuer López, ha tejido una narrativa sonora que ha viajado desde los ecos medievales hasta las melodías que se mecen en las emociones del siglo XXI.
El Coro del Campus de Huesca, compuesto por estudiantes, exalumnos y personal universitario, junto a la pianista Sandra Lanuza, ha construido un puente invisible entre tiempos y estilos, demostrando que la música puede ser tanto archivo como lienzo en blanco.
La primera parte del concierto ha despertado la atmósfera con ‘Sumer is icumen in’, una polifonía medieval que parece resonar como un eco remoto, seguido por nocturnos de Mozart ('Due Pupille Amabili' y 'Se lontan ben mio tu sei'), que han pintado de luz y sombra el espacio, y piezas contemporáneas que, aunque modernas, han conservado la esencia clásica, como 'Cor meum' y el misterioso ‘Ave María’.

En la segunda mitad, el coro ha explorado territorios más populares y cinematográficos, llevando al público en un viaje sonoro que ha atravesado continentes. De ‘Esta tierra’ a ‘Alfonsina y el mar’, pasando por bendiciones irlandesas y bandas sonoras que han desplegado imágenes en la mente de los presentes -'Rercuédame', 'In noctem', 'Skye boat song', 'Am Irish Blessing' y 'Wild mountain thyme'- , la música ha conseguido un diálogo íntimo entre la tradición y la modernidad, entre lo universal y lo personal.
Tras una ovación de gala, el coro ha interpretado, ya fuera de programa, el himno de la Universidad, 'Gaudeamus Igitur', con toda la sala en pie, y como colofón la 'Albada de Jaca'. Entre los asistentes se encontraba la vicerrectora del Campus de Huesca, Marta Liesa, el decano de Ciencias de la Salud y el Deporte, Carlos Plana, la directora del Colegio Mayor Ramón Acín, Esther Puyal, y el director de la Escuela de Enfermería, Ángel Orduna.
Este concierto, que cada año ha marcado un punto de inflexión en la vida universitaria oscense, ha reflejado la pasión y el compromiso de un grupo que desde 2010 ha mantenido viva la llama coral en el campus, evolucionando bajo la dirección de figuras como Cristina Vicente Pimpinela, Laura Lisi y ahora Alejandro Escuer López.