El dibujante Lorenzo Caudevilla es uno de los nombres destacados de esta 41ª Feria del Libro de Huesca, donde este sábado ha estado firmando ejemplares de su cómic Una obra maestra, que ya se perfila como una de las grandes revelaciones editoriales del año. El título no solo ha sido uno de los más vendidos en Huesca el pasado 23 de abril, sino que ha sorprendido por la rapidez con la que se ha agotado su primera edición.
Una obra maestra narra la historia de Jacinto, un escritor obsesionado con publicar su gran creación definitiva. El problema, apunta el dibujante, es que el protagonista es un talento limitado, alguien incapaz y desorientado, además de un cascarrabias que ve todo con pesimismo. El personaje desprecia tanto a los lectores, a quienes considera ingenuos, como a los editores, que cree incompetentes. A pesar de todo, insiste repetidamente en alcanzar su objetivo de lanzar su novela definitiva, "cueste lo que cueste".
En su empeño por lograrlo, surgen elementos actuales como la inteligencia artificial, que influye en su entorno y propone métodos automatizados para la escritura. El protagonista se enfrenta así a engaños y atajos creativos que usa para intentar alcanzar su meta, y en esa dinámica reside, según Caudevilla, gran parte del atractivo de la trama.
Uno de los aspectos más valorados del trabajo es su diversidad estética. El autor destaca que en cada página puede encontrarse un cambio de tono notable, que puede pasar de un dibujo cómico a otro realista. Aunque se trate de una única narración, la sensación es la de que hay múltiples autores detrás del trazo, lo que ha generado una excelente recepción entre el público. Caudevilla califica esta respuesta como “muy chula”, asegurando que le está yendo “muy, muy bien”.
El autor confiesa que no esperaba un éxito tan inmediato. Aunque se considera un recién llegado al sector, siente que el medio lo acogió “con los brazos abiertos”. Si bien anticipaba que el proyecto podría tener buena acogida debido a la calidad de la edición, cuidada y de gran formato, no imaginaba que la “primera tirada se agotaría en menos de seis meses”, lo que ya apunta a una pronta segunda edición. Algo que, según él, le hace estar “más contento imposible”.
Reconoce que el mercado del cómic puede tener un mercado más reducido que otros géneros literarios, pero asegura que no persigue el beneficio económico con este proyecto, pues sus ingresos proceden de otra actividad. Para Caudevilla, el verdadero valor está en el reconocimiento y la satisfacción que supone que existan lectores y ventas.
El origen de esta propuesta reside en su intención de mostrar “todo lo que es capaz de hacer”. Tras publicar su primer trabajo de forma independiente, tuvo la oportunidad de colaborar con una editorial de mayor envergadura, lo que interpretó como el momento perfecto para exhibir su talento.
Para ello, eligió una historia que le permitiera experimentar con distintos registros gráficos: desde estilos cercanos al manga hasta otros inspirados en Mortadelo de los años 80, pasando por ilustraciones realistas. Todo ello, explica, lo hizo “por diversión”, pero cuidando que la variedad no afectase a la coherencia narrativa. Asegura que, aunque haya escenas en diferentes estilos, todo responde a “una intención clara”.
Una obra maestra parte de relatos del humorista Juan Carlos Ortega, con muchos seguidores por sus sketches en la radio. Ambos se conocieron en una actuación en Huesca y, tras coincidir a la salida del Teatro Olimpia, Caudevilla le propuso adaptar sus textos al formato cómic.
Ortega le facilitó un buen número, aunque no eran suficientes para una narración extensa. Por ello, le preguntó si podía hacer con ellos “lo que quisiera”, a lo que Ortega accedió. A partir de ahí, el autor inventó la historia del personaje, aunque muchas situaciones se basan en ocurrencias del propio humorista.
Actualmente, Caudevilla trabaja en su siguiente proyecto. Aunque aclara que no se trata de una continuación directa de Una obra maestra, admitie que mantiene esa opción abierta, ya que el personaje de Jacinto ha gustado mucho y numerosos lectores están interesados en su futuro. Si sigue teniendo demanda, no descarta retomar su historia.