El Museo Diocesano de Huesca celebra este 2025 su 75 aniversario en un contexto de reconocimiento a su contenido y su labor, pero también con grandes necesidades. Su directora, Susana Villacampa, ha apelado al tejido empresarial oscense para que apoye este espacio y ha anunciado diversas actividades conmemorativas que tendrán su punto álgido en el mes de mayo.
Villacampa ha participado en una rueda de prensa, acompañada de José Ignacio Martínez, delegado diocesano de Patrimonio Cultural y Peregrinaciones, y Blas Matas, presidente de la Asociación de Amigos del Museo. Martínez ha realizado un recorrido por la historia del centro y el segundo se ha referido a la actividad de la entidad que encabeza.
La directora ha hecho un llamamiento a empresas y a la sociedad oscense para que apoyen al Museo. "Las necesidades del Museo son muchas", ha asegurado, debido a la falta de recursos, tanto materiales como humanos. Actualmente, el Museo trabaja con una plantilla de dos personas, una de ellas la directora. El resto del equipo está formado por voluntarios y colaboradores -algunos desde hace más de 20 años-, cuya labora ha calificado de "imprescindible".

El personal del Museo también se apoya en la Asociación de Amigos y ha mencionado a Blas Matas y al secretario, Santiago Serena, quienes realizan tareas de gestión, coordinación y administración, y también colaboran en actividades como la catalogación y el archivo del Museo.
"A menudo se tiene la percepción de que un museo simplemente abre sus puertas y recibe visitantes, pero en realidad ha habido un enorme trabajo detrás," ha señalado. La difusión, la promoción, el diseño de materiales, así como la conservación y la restauración de las piezas, son tareas esenciales que han exigido un esfuerzo considerable.
La directora también ha puesto de manifiesto la existencia de necesidades tecnológicas significativas, como la incorporación de audioguías o herramientas digitales que faciliten el acceso a la colección. En lo que respecta a la accesibilidad, ha resaltado que es urgente adaptar los baños y mejorar los accesos para personas con movilidad reducida, como ocurre con la entrada al Salón Tanto Monta, que aún no se encuentra acondicionado.
Otra de las grandes carencias del Museo es la falta de un restaurador en plantilla.
La Asociación de Amigos del Museo, cuya cuota anual es simbólica (25 euros al año) les da un margen para llevar a cabo actividades de promoción y difusión, como la elaboración de folletos, carteles y otro material divulgativo, así como para adquirir ciertos materiales.
"Más allá de los socios individuales, nos interesa especialmente contar con el apoyo del tejido empresarial oscense", y ha citado algunas que ya colaboran con una cuota anual más elevada (300 euros) o con aportaciones en especie, cuando se organiza algún evento. Recientemente, Ibercaja se ha sumado como socio patrocinador, con una aportación mayor, aunque todavía está por definirse. "No obstante, nos gustaría que más empresas se implicaran en este proyecto", ha recalcado.
En relación con el turismo, ha declarado que el impacto económico en la ciudad es limitado y suele caracterizarse por estancias muy cortas, sin pernoctaciones, lo que afecta directamente al comercio y la hostelería local. Para mejorar esta situación, ha sugerido que sería ideal establecer acuerdos entre los recursos culturales y patrimoniales de la ciudad y este sector, con el fin de alargarlas.

Villacampa ha mencionado el Museo Diocesano de Barbastro como un ejemplo a seguir, destacando su dinamismo. En este sentido, ha explicado que el museo cuenta con una gran cantidad de socios protectores en el entorno de la ciudad, entre los que se incluyen todas las bodegas de vino, el comercio local y la mayoría de la hostelería.
Según ha indicado, este apoyo se materializa tanto en recursos económicos como en pequeñas actuaciones que realizan en el museo, lo que le otorga una gran visibilidad. Por eso, ha deseado que, en Huesca, también haya un compromiso por parte de la sociedad para contribuir al crecimiento y al impulso del Museo.
ACTOS CONMEMORATIVOS
Villacampa ha destacado la gran cantidad de actividades realizadas y ha señalado que, en el último período, se ha buscado potenciar la dinamización constante del Museo para atraer público, tanto de la ciudad como foráneo.
El objetivo es que no se trate de una visita única, sino de un espacio al que se pueda regresar para descubrir nuevas perspectivas. Para lograrlo, se han promovido exposiciones y muestras temporales, como la de la Semana Santa del año pasado, en la que se pusieron en valor y se restauraron monumentos procesionales de toda la Diócesis.
Además, se han organizado conferencias, visitas especiales, observaciones del plenilunio desde la torre de la Catedral, actividades audiovisuales inmersivas para el Día de las Catedrales y el Día de los Museos, y espectáculos de danza contemporánea.
Ha querido expresar un agradecimiento especial a los medios de comunicación por su difusión y apoyo a estas iniciativas, destacando que su labor de promoción facilita la visibilidad del Museo y la comunicación con el público. Ha señalado que los medios siguen activamente al Museo en redes sociales, comparten sus noticias y colaboran en la tarea de difusión, lo que valoran enormemente.
Por esta razón, y porque consideran que las redes sociales juegan un papel muy importante, una de las primeras actividades del 75 aniversario del Museo será la creación de una serie de vídeos promocionales. Este proyecto, ha explicado, es original y realizado de manera artesanal, sin el respaldo de una productora ni grandes recursos técnicos o económicos. Los vídeos han sido creados por Cielo Entrena, diseñadora gráfica del Museo, quien ha utilizado una aplicación de inteligencia artificial para su desarrollo. La idea es lanzar un vídeo cada mes hasta finales de año, probablemente el último viernes de cada mes, aunque en esta primera ocasión se han adelantado al jueves.
Además de esta acción, ha explicado que habrá otras actividades previstas, como la instalación de cartelería específica en varios puntos de la ciudad y del Museo para conmemorar la fecha. También se colocarán hitos y elementos explicativos que, de manera didáctica y visual, mostrarán la evolución del espacio y su historia desde su fundación.

Villacampa ha resaltado que el de Huesca fue el primer Museo Diocesano de Aragón dedicado al Arte Sacro, lo que marca su relevancia histórica. Aunque hoy en día existen otros, como los de Jaca, Barbastro, Zaragoza, Teruel o Tarazona, el de la capital altoaragonesa fue el pionero en este ámbito.
Además, ha recordado que en 1924 Ramón Acín pedía en la prensa local la creación de un Museo de Arte Sacro que protegiera el patrimonio diocesano, pues existían obras en peligro de pérdida. Esta propuesta fue recogida y dio lugar a la creación del Tesoro de la Catedral. En 1945, se dieron pasos decisivos para la creación del Museo, y la idea es plasmar estos hitos históricos de manera visual en un espacio dentro del Museo.
Dentro de las actividades planificadas, también se publicarán artículos académicos y científicos en revistas especializadas y en la prensa para explicar con mayor profundidad la historia y relevancia del Museo.
Las actividades principales de la celebración se concentrarán en mayo. Esto se debe a dos motivos: primero, porque es el mes en el que se cumplen 75 años desde la fundación del Museo, y segundo, porque también se celebran los 50 años de la creación del Museo en la Parroquieta. Además, el 18 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Museos.
Las actividades programadas incluirán visitas especiales, experiencias audiovisuales o montajes (que aún están en fase de definición), además de algún acto central de homenaje o recopilación de todas estas iniciativas.
LA LABOR DEL MUSEO Y EL ÚLTIMO AÑO
Villacampa ha hecho balance de lo realizado en el Museo Diocesano de Huesca durante el último año. Según ha detallado, el trabajo llevado a cabo sigue la línea de los ejercicios anteriores y se ajusta al decreto fundacional de 1950, en el que el obispo Don Lino estableció el propósito de exhibir, conservar, difundir e investigar el patrimonio y arte sacro de la colección.
En cuanto a los resultados, ha informado de que el Museo recibió la visita de 41.648 personas el año pasado, cifra que representa un aumento de casi el 7 % respecto a 2023, según el control que se efectúa en la recepción, ya sea por la compra de entradas o a través de la Oficina de Turismo, cuyos guías también incluyen el Museo en sus recorridos. Ha mencionado, además, que hay un porcentaje de asistentes que no se controlan directamente, ya que acceden libremente, como aquellos que acuden a la Catedral los fines de semana.
Respecto al origen de los visitantes, ha explicado que la mayoría proviene de territorio nacional, especialmente de comunidades vecinas como Cataluña, Madrid, País Vasco, Navarra y Castilla y León. También ha recibido un porcentaje significativo de turistas europeos, particularmente de Francia, Países Bajos, Alemania e Italia, y en menor medida de fuera de Europa.
Tanto el Museo como la Catedral se han consolidado como los lugares más visitados y mejor valorados de la ciudad. Esto se refleja en plataformas como Google, donde se destacan el recorrido y el valor patrimonial de ambos espacios.
Al público se le ofrece información al momento de la entrada o mediante visitas guiadas, que en ocasiones son especiales, organizadas para colectivos con un interés específico, como grupos políticos o aquellos interesados en conocer las zonas rehabilitadas del Museo.

Uno de los aspectos de los que más se enorgullecen es su labor didáctica. Fue uno de los primeros museos diocesanos en desarrollar actividades educativas para escolares, con un programa que incluye visitas con talleres para niños y niñas, desde educación infantil hasta bachillerato, y talleres adaptados para adultos. Sin embargo, ha señalado que les gustaría seguir potenciando estas iniciativas, a pesar de las limitaciones de recursos humanos y materiales.
La colección también se ha ampliado, gracias a donaciones de piezas, especialmente de arte contemporáneo. Ha mencionado, por ejemplo, que los herederos del pintor oscense Valentín Torrent donaron una pintura de 1902, y que Fernando Alvira y otros particulares han realizado donaciones o depósitos de diversas piezas. En algunos casos, la donación es definitiva, mientras que en otros se trata de depósitos por considerar que el Museo es un lugar más adecuado para su conservación.
La directora ha subrayado que el Museo funciona como una caja fuerte para la conservación y exposición de piezas que no pueden permanecer en sus lugares de origen, debido a las condiciones inadecuadas para su preservación. Un ejemplo de ello es la escultura gótica del Cristo de la Ermita de las Mártires, que se encuentra depositada en el Museo desde hace aproximadamente un año.
Aunque ha dicho que probablemente la escultura regrese a la ermita cuando esta reabra, se ha mostrado satisfecha de haber podido mostrarla en el Museo.
El Museo cuenta con un inventario completo, que incluye un libro de registro. El número de piezas expuestas actualmente se sitúa entre 300 y 400, aunque la colección es mucho más amplia y podría alcanzar alrededor de 1.200.
La colección del Museo es muy dinámica. Algunas piezas, de plata u orfebrería, salen del almacén hacia parroquias o lugares que solicitan objetos para su uso litúrgico y luego regresan.
Entre las más destacadas, Villacampa ha mencionado las pinturas de San Fructuoso de Bierge, un conjunto mural de pintura gótica lineal, representativo de la Hoya de Huesca, que fueron arrancadas de los muros de la Iglesia de San Fructuoso en 1949 y posteriormente se distribuyeron en distintos lugares, como Cataluña, Canadá y otros museos extranjeros. Una parte de este conjunto llegó al Museo Diocesano, donde Antonio Durán las recogió y expuso en la Parroquieta.
Sin embargo, a principios de los años 90, estas pinturas fueron devueltas a la localidad somontanesa, tras la restauración de su ermita. Según la directora, el Museo siempre ha defendido que las piezas deben permanecer en su emplazamiento original, siempre que se garantice su conservación.

AMIGOS DEL MUSEO
Blas Matas, presidente de la Asociación Amigos del Museo Diocesano de Huesca, ha explicado que la entidad, que cuenta con 220 socios, nació con el objetivo de ser un apoyo constante a este espacio. En primer lugar, su labor se centra en ayudar en el día a día del Museo, especialmente en aquellas necesidades que surgen dentro de las limitadas posibilidades económicas. Ha destacado que todos los fondos recaudados en la asociación se destinan exclusivamente al Museo.
Por otro lado, la asociación también tiene como misión acercar el Museo Diocesano a la ciudadanía. A través de un programa periódico de actividades, se busca mostrar a los socios diferentes lecturas sobre una misma obra, considerando tanto su valor artístico, histórico como religioso.
Matas se ha mostrado satisfecho con los logros alcanzados y las actividades realizadas, y ha resaltado que la asociación ha logrado llegar a la ciudadanía. Sin embargo, ha reconocido que todavía les cuesta trabajo acceder a la sociedad mercantil de la ciudad. En este sentido, como Susana Villacampa, ha hecho un llamamiento para que el Museo cuente con más socios y patrocinadores, ya que las modestas cuotas de la asociación no son suficientes para cubrir la magnitud de las tareas que se requieren, y ha concluido mencionando que el apoyo privado puede jugar un papel clave en el futuro del Museo.