Se esperaba a Omar Montes en Almudévar con una gran expectación, pero su fugaz presencia en la primera edición de La Gatera Reggaeton Festival sólo ha dejado una profunda indignación en el público que acudió a verle y en la localidad anfitriona.
El artista, según han denunciado a este periódico algunas de las personas que asistieron, llegó más tarde de la hora prevista y, tras una brevísima actuación se quejó de que el sonido no funcionaba adecuadamente y se marchó.
Las redes sociales también han recogido el malestar que este comportamiento ha generado y que se ha considerado como una falta de respeto.
Los comentarios también han sido de apoyo hacia la organización, los hermanos Úrbez y Roldán Lanau, que han puesto ilusión, esfuerzo y dinero para que esta gran cita musical fuera un proyecto importante.
El propio Roldán Lanau ha explicado que Omar Montes avisó por la mañana de que iba a llegar media hora tarde al recinto ferial, porque se habían retrasado los viajes desde Washington. Sin embargo, según su versión, Montes accedió al recinto aproximadamente tres horas después de la fijada inicialmente.
Su equipo, sin embargo, sí acudió con puntualidad, tanto sus músicos como sus bailarines. Cuando acabó el espectáculo de Gambino, que le precedía en el cartel, se preparó el escenario para Omar Montes, por lo que el festival estuvo parado durante todo el tiempo que que tardó en presentarse el artista.
Roldan Lanau ha detallado que Omar Montes llegó en una furgoneta, conducida por otra persona. "Ya salió enfadado al escenario, porque quería cenar primero", pero le dijeron que había mucha gente esperando y que debía actuar ya. "Entonces, comenzó a cantar una canción y se cortó el sonido del micrófono", por lo que regresó al vehículo en el que se había desplazado.
Los dos hermanos Lanau le convencieron para que saliera de nuevo y continuara la actuación, a lo que al final accedió. Sin embargo, el micro volvió a fallar y, cuando llevaba apenas media hora de espectáculo, se marchó definitivamente.
Roldán Lanau ha asegurado que ningún otro artista tuvo problemas técnicos, ni antes ni después de la actuación de Omar Montes, y se lamenta de que el artista no hubiera acudido a la hora convenida para que hubiera podido realizar sus propias pruebas de sonido.
Por otro lado, se echó también de menos la presencia de Maikel Delacalle, otro de los grandes nombres de la noche. "El mismo sábado, a las 12:00, nos avisó de que tenía anginas y nos mandó un certificado de un médico privado. Llamamos corriendo a Israel B, que vino y fue encantador, y eso que tuvo que esperar dos horas, porque actuaba después de Omar", ha recalcado Lanau, que ha agregado que tuvieron que solventar un problema tras otro.
El promotor del festival ha cifrado en 2.000 las personas que pasaron por el festival en algún momento de la noche, aunque nunca se superó el aforo límite de 1.500. Ahora, los hermanos Lanau están estudiando qué medidas tomar.