El regalo intangible y emocional de Versonoros: dejarse llevar por la música y la palabra en el Teatro Olimpia

Héctor Castellanos, Alicia Fernández y Nicolás Mora se subirán este viernes al escenario con su personal propuesta

23 de Octubre de 2025
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Héctor Castellanos y Nicolás Mora. El regalo intangible y emocional de Versonoros
Héctor Castellanos y Nicolás Mora. El regalo intangible y emocional de Versonoros

El Teatro Olimpia de Huesca acoge este viernes, 24 de octubre, a las 20:30 horas, Versonoros, un proyecto escénico que fusiona música, poesía y palabra en una experiencia artística singular dentro del panorama cultural aragonés. La actuación forma parte del Ciclo Club Aplauso de artes escénicas exquisitas de otoño, se enmarca en la programación del Centenario del Teatro Olimpia y se integra también en el Spin Festival del Ayuntamiento de Huesca. Las entradas están disponibles en taquilla y en la web del teatro a 16 € anticipadas y 18 € el día de la función.

Para Héctor Castellanos, conocido como Tico, Versonoros representa la culminación de un largo proceso creativo y un homenaje personal a Huesca. “Es ese mismo proyecto sonoro que han visto hasta ahora, solo que da un paso más”, explica.

Este nuevo giro consiste en la incorporación de una voz melódica y femenina, la de Alicia Fernández, y en la inclusión de proyecciones en movimiento que siempre había visualizado y que ahora pueden hacerse realidad. Además, interpretarán tres arreglos de los compositores cubanos Marta Valdés, Teresita Fernández y Silvio Rodríguez.

Castellanos subraya que el espectáculo se basa en la "conexión y la intuición", valores que guían tanto la creación como la relación entre los artistas. Y es que la participación de Alicia Fernández tiene "un sentido profundo”.

La historia de esta conexión comienza en Cuba, donde Castellanos la vio cantando frente a su casa, sin imaginar que años después coincidirían en la capital altoaragonesa. Recuerda cómo ayudó a transformar una antigua panadería en un espacio cultural que acogió a artistas, músicos y escritores, como Antón Castro, Miguel Ollés o Elena Millán, y reflexiona: “No sabía ni que existía Huesca entonces, pero la vida luego me conectó aquí y con esas personas de nuevo”.

El espectáculo tiene, además, una dimensión visual muy interesante. Las proyecciones han sido animadas por Miriam Grande, quien fue alumna mía en un taller de teatro. Se basan en los dibujos de pájaros y peces realizados por Rosa Gómez para nuestro primer disco, Quiere ser canción, editado en 2017.  El artista siente "un cariño especial" por este cedé "y los dibujos representan un trabajo artístico excepcional que estará presente en la función”. Rosa Gómez, a quien Castellanos admira profundamente, estará presente el día de la función, aportando un vínculo adicional con la creación.

Por otro lado, pone el foco en los lazos personales que ha establecido Huesca y la importancia del escenario. “Celebramos los 100 años del Olimpia y el Día de la Biblioteca, y es la primera vez que actuamos aquí. La calle del Olimpia fue testigo de nuestros discos: Nico vivía un poco más atrás y yo un poco más arriba. Es toda una conexión que trasciende la música”.

UN REGALO INTANGIBLE

Para Héctor Castellanos, el proyecto es "un regalo emocional" para la ciudad donde se refugió hace 23 años, un homenaje que incluye a todas las personas con las que ha coincidido en su trayectoria: niños con los que ha trabajado, jóvenes que mantienen contacto con él y participantes de proyectos de inclusión, procedentes del mundo de la discapacidad. “Es como convocar a todos en el patio de mi casa para decirles gracias. Este es mi regalo, intangible, pero con un alcance que va mucho más allá”, afirma.

El músico recuerda su experiencia en otros escenarios e insiste en la relevancia del teatro. “He actuado en teatros similares en España y Europa, pero el Olimpia sigue siendo el más hermoso de la ciudad. La energía del escenario, el equipo que me acompaña, como los integrantes de Rampa y Rubén (Moreno), que es espectacular. Cada uno aporta una pieza esencial a un proyecto que no es comercial, pero sí profundamente artístico”.

En escena, la voz de Alicia Fernández, las composiciones y canciones de Héctor Castellanos y la guitarra de Nicolás Mora se van a entrelazar para crear un espectáculo de gran carga estética y cargada de sentimiento. Según Castellanos, el público encontrará un espacio íntimo donde palabra y sonido generan imágenes y emociones. “Todo es muy simple: es disfrutar, dejarse llevar y sentir la música y la palabra en un mismo lugar”.

El Ciclo Club Aplauso, organizado por el Teatro Olimpia con la colaboración del Ayuntamiento de Huesca y patrocinado por empresas locales, continuará con otras representaciones, como El cuarto de atrás de Emma Suárez el 14 de noviembre y el espectáculo cómico de Yolanda Blanco, Sinónimo de lucro, el 21 de noviembre.

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