Alrededor de 200 personas han participado en Huesca este domingo en el Tercer Abrazo al Seminario, un acto reivindicativo que la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca y Osce Biella han querido reeditar y en el que se ha abogado por desjudicializar el conflicto.
El acto, celebrado en la plaza de la Universidad e inscrito en las fiestas del barrio de San Pedro y la Catedral, ha contado con la intervención de la cuentista Sandra Araguás, que se ha llevado a su terreno un manifiesto con referencias literarias, carga emotiva y que ha reclamado protagonismo cultural para esta edificación.
Antes, la presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco Viejo, Violeta Gracia, ha reivindicado "la musealización del Círculo Católico y su apertura al público, la rehabilitación y saneamiento de la muralla, la búsqueda de soluciones urbanísticas para la veintena larga de solares, en particular el de Casa Vilas y el de la calle Zarandia o la solución definitiva para la plaza de San Pedro", que, según ha puntualizado, "constituyen motivos más que suficientes para seguir exigiendo a los poderes públicos la dignificación que merece el casco antiguo, declarado, no lo olvidemos, Conjunto Histórico Artístico".
Gracia ha considerado que no es el momento de aflojar la intensidad de este simbólico "abrazo protector", que a lo largo de varios años y numerosos informes arqueológicos, arquitectónicos, urbanísticos, históricos y artísticos, "ha logrado preservar casi la totalidad de las construcciones que lo han conformado a lo largo de los siglos".
La presidenta ha recordado que la Plataforma tuvo que acudir a los tribunales para buscar la protección de estos inmuebles ante la negativa contumaz del Ayuntamiento, pero se ha mostrado esperanzada con la nueva corporación que preside ahora la popular Lorena Orduna. "Desde hace muy pocos días la política municipal ha traído otros aires y la propia alcaldesa, en tiempo electoral, ya manifestó su intención de preservar la integridad del monumento".
"Y en ese compromiso queremos que arraigue la esperanza de ver en poco tiempo el contencioso desjudicializado -ha agregado-, un proceso de participación ciudadana para estudiar los usos de las distintas edificaciones, las máquinas trabajando en la rehabilitación y la financiación con fondos europeos inyectando vitalidad y futuro al Seminario, al casco antiguo y, en definitiva, a la ciudad".
FUERA DE LOS TRIBUNALES
Sandra Araguás ha iniciado su manifiesto expresando su felicidad ante el número de asistentes, pero también su tristeza porque los últimos "años no han sido los mejores" para poder conservar este lugar histórico. "Los patios históricos de los XVI y XIX son las dos únicas piezas que están a la espera de la sentencia en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Si se consigue que el tribunal los salve, el Seminario seguirá siendo el edificio que es. O incluso mejor", ha señalado.
La cuentista y editora ha considerado que "sobran razones urbanísticas, argumentos históricos, planteamientos arquitectónicos y soporte científico, arqueológico y social más que razonable" para que el Seminario comience su "merecido" proceso de rehabilitación, que desearía que fuera "respetuoso y participativo".
"Ojalá lleguemos a ver solucionado este problema y el seminario quede fuera de los tribunales -ha proclamado-, que Europa pueda darle lo necesario para que este conjunto vuelva a ser un centro referente y las asociaciones puedan dirigir sus energías hacia otros lugares buscando lo mejor para la ciudad".
"Si viéramos el seminario como un cuerpo -ha proseguido-, entenderíamos que la iglesia de la Santa cruz, el torreón o su fachada son el corazón y los pulmones, y están protegidos. Pero proponer quitar una de sus partes, es quitarle uno de sus brazos, sería permitir que él no pueda devolvernos el abrazo, que nuestros corazones se desincronizaran, que cada vez que lo viéramos notáramos su dolorosa mutilación".
La autora ha recordado que en este edificio nació la reina Petronila y en él su hijo Alfonso II, primer monarca de la Corona de Aragón, y ha asegurado que el edificio es "mucho más" que un seminario.
Sandra Araguás ha indicado que sus labores de investigación le han llevado a encontrarse con gente mayor que se entristece, sobre todo, cuando hablan de pérdidas, cuando se refieren a "la ermita que se ha caído" o a "la fuente que se ha secado".
"Nuestro patrimonio forma parte de nuestra cultura y se instala bajo nuestra piel. No necesitamos nuevos edificios ni remodelaciones de acero y cristal. Necesitamos mentes y manos que sepan cuidar con cariño estas paredes, porque al cuidarlas a ellas, nos cuidan a todos los que vivimos bajo sus sombras y aleja esa tristeza de nuestros ojos".
En la recta final de su pregón, ha recordado que la Plataforma lleva trabajando cinco años para defender la preservación del Seminario. "Este edificio se merece un final mucho mejor que una piqueta, una recalificación" y ha considerado que debería ser "ese baluarte que atrajera vida y cultura al centro, a la parte más alta de la ciudad".
"Ojalá estas palabras de una cuentista puedan llegar a los oídos correctos, a los que de verdad están interesados en escuchar el sentir de los habitantes de esta ciudad, en aquellos que tienen el poder de conseguir al gran caballero don dinero para que este lugar vuelva a ser faro desde estas alturas. Abracémonos, abracémosle para que allí encontremos el cariño, el consuelo, el mimo y la ternura que consigan mantener todo el conjunto en pie", ha finalizado.
Violeta Gracia, en su intervención inicial, ha dado las gracias a las entidades que integran la Plataforma, en particular a Acción Pública para la Defensa del Patrimonio, Apudepa, que personaliza el pleito ante los tribunales, a la letrada Pilar Villellas, la Federación de Barrios Osca XXI, al Colectivo Ciudadano de Huesca, iniciadores en febrero de 2018 de las gestiones y acciones para evitar la destrucción que se anunciaba, la arqueóloga Julia Justes, a José Martín, Susana Oliván, ahora concejala de Participación Ciudadana y Barrios y Chunta Aragonesista.
(En el documento adjunto puedes leer todo el pregón de Sandra Araguás)