Es menuda. ¡Y menuda es! Un azogue. No para ni un momento quieta. Mientras es entrevistada en el Salón de Innovación y Emprendimiento, responde con todo su ser. Con una expresión exuberante en gestualidad, con una mente extraordinariamente despierta, con capacidad reflexiva, con argumentos en forma de plasticidad corporal, con esa sonrisa desbordante y con una inteligencia emocional resistente a cualquier prueba.
Como si una hora larga no fuera suficiente, quería participar en la mesa siguiente con Nacho Alastruey, Eduardo Prieto Iglesias y Joaquín Sorribas. Su voluntad chocó con el simpático acaparamiento primero de sus fans del Club 90, entusiasmadas con la gimnasta, voz e imagen de las retransmisiones de este deporte, y después con quienes quedaron seducidos con su espontaneidad.
Así que nos citamos en el vestíbulo del Palacio de Congresos y grabamos un pequeño video que comienza con su Cid Tostado, el movimiento que creó bautizándolo con sus apellidos y ha quedado para la historia universal de la gimnasia. Una elasticidad con gran mérito a los 43 años. "Tiene que ver con que toda mi vida he hecho, deporte, he hecho gimnasia, me gusta estar medianamente en forma y llevo una vida bastante sana. Duermo mis ocho horitas, será por eso".
Acaba muchas de sus frases con una risa abierta, y el resto como mínimo con un sonrisa. Al contrario de lo que se pueda pensar apreciando su juncal constitución, afirma que come y, sin ir más lejos, asegura que en el Abba ha disfrutado de una comida muy buena. "Me encanta comer de todo, lo que pasa es que es verdad que intento no ir a la cama habiéndome pegado una comilona increíble. De hecho, cuando me ha pasado alguna vez, digo: ¿para qué habre cenado tanto? Tampoco hago cosas excepcionales, me cuido, intento llevar una vida equilibrada y estar mentalmente bien. Esto del cuerpo igual es genética, ¡yo que sé!".
Sí mima, porque ha tenido que soportar muchas vicisitudes en la competición y en la vida, su equilibrio interior. "Soy una persona muy consciente de mí. Dependiendo de la época de trabajo, este mes de noviembre está siendo un poco loco, no estoy teniendo todo el tiempo que quiero para ir al gimnasio, que es mi momentito, y me relajo haciendo tortillas de patata. Hago unas tortillas de patata increíbles y, como me llevan como una hora, concentrarme en hacer la tortilla me relaja. Y entonces improviso, que si la hago de chistorra, que si la hago rellena, que si la hago con txapela. Esa es mi meditación. Y dedico momentos a respirar. No es tanto yoga como que el trabajo que hago lo hago consciente con la respiración, estoy conectada conmigo. Cuando algo me afecta, me dio mi tiempo, lo elaboro, lo razono, intento hablarlo...".
"NUNCA ME HA GUSTADO LA COMPETICIÓN"
Una paradoja que es toda una revelación. "Nunca me ha gustado la competición, porque no me gusta como competir contra el otro, y mi deporte nunca lo fue. Competimos contra nosotras mismas, enseñar nuestra mejor versión del trabajo en el tapiz y creo que me sigo desenvolviendo así en la vida. Me gusta hacer las cosas bien, me gusta prepararlas, me gusta estar a la altura, no decepcionar. Soy muy exigente y perfeccionista, intento también no machacarme mucho por la experiencia que tengo sobre mí misma. No soy una mujer competitiva en la vida. Quiero que, lo que haga, hacerlo bien, que no haya un pero. Que lo consiga o no es otra cosa, pero mi forma de desenvolverme es intentan ser respetuosa y buscar la excelencia en lo que hago".
Tiene un respeto supremo a las deportistas. "Como ahora hago las retransmisiones con Paloma, me pongo mucho en el lado de la deportista y, cuando falla, acuso el fallo, el error, porque es evidente, pero intento rescatar algo bueno que he podido ver y puedo realzar. Considero que siempre podemos rescatar algo de esos 90 segundos positivo. Procuro no ser muy machacona, aunque cuando la competición no está siendo lo más justa posible no atento contra la gimnasta, sino contra la dinámica que se está viendo en la competición. Siempre suelo tenerle mucho respeto a la deportista, porque nadie sabe cómo llegamos hasta ese momento. Yo, como me he visto en situaciones bastante pésimas, con ciática, rotura de menisco, fractura de estrés, un quinto metatarsiano sin curar por quitar la escayola antes de tiempo... Con saber que hay gimnastas que salen como yo en esas condiciones, me merecen todo el respeto del mundo".
Ni un segundo de quietud, admite que es "muy nerviosa. Ahora, llegaN las doce y hago -sale de su boca un sonido de desconexión-. Parece que me han quitado las pilas, parezco otra. Es que tengo que dormir. Luego es verdad que si pasa de repente la una, las dos, estoy como un búho, me cambia el horario... Me gusta tener horarios lineales, pero cuando me toca un rodaje nocturno como ahora que he estado rodando de noche, luego me cuesta mogollón coger otra vez el ritmo del sueño".
ESCRIBIR EN SU BURBUJA EN MEDIO DEL RUIDO
De su faceta como actriz a la de escritora, en la que reconoce haber padecido el síndrome "del folio en blanco, de la pantalla en blanco, no sabes cómo empezar. Entonces, yo cojo mis cosas y me voy a un a cafetería con ruido. Y, cuando empieza el ruido es como cuando competía. El efecto burbuja y me concentraba con el ruido. Mi nivel de concentración se activa cuando hay mucho ruido fuera. Y entonces era como mi método cuando arrancaba y no arrancaba". Al tener plazos de entrega por capítulos, afirma que siempre ha tenido "una editora maravillosa" "que me ha animado siempre mucho. Cuando iba mal con la entrega, no sé cómo lo hacía pero me animaba y me daba mucha seguridad en mí. Es cuestión de horas y, cuando no has podido hacerlo cuando lo tienes planteado, pues saber que eso lo tienes que recuperar".
Se plantea retos. Hasta ahora, en su parte literaria, todo lo que ha escrito ha tenido que ver con ella. "Con mi etapa deportiva, con mi vivencia, con lo cual el hilo conductor siempre ha tenido algo que ver con algo a lo que yo me he podido agarrar. Creo que mi dificultad va a ser ponerme a escribir una novela de ficción y empezar con una historia nueva aunque luego haya cosas mías. Eso lo veo y me da vértigo".