La plantilla de la SD Huesca ha regresado este miércoles al trabajo después de guardar descanso el día anterior. A las órdenes de Cuco Ziganda, los azulgranas han completado una sesión de alta intensidad con la mente puesta en el FC Andorra.
Como ya sucediera el pasado lunes en la sesión postpartido, han sido varias las ausencias reseñables. Joaquín Muñoz sigue sin calzarse las botas y ha trabajado en el gimnasio junto a Jorge Pulido. Ambos continúan teniendo las molestias y habrá que ver cómo llegan a la cita del domingo.
Andrei Ratiu, Samu Obeng y Abou Kanté han trabajado en un mismo grupo tocando balón junto al readaptador del club Jordi Carracedo. Después han realizado carrera continua junto a Juanjo Nieto, con el fin de dosificar cargas de trabajo. Al lateral rumano se le ha podido ver portar un vendaje en su rodilla derecha y, aunque no ha completado el entrenamiento junto a sus compañeros, su presencia en Andorra no corre peligro.
Más preocupante es lo de Kento Hashimoto. El centrocampista japonés sufrió una rotura miofibrilar de grado I en el bíceps femoral de la pierna izquierda el pasado 23 de marzo durante un entrenamiento y, desde entonces, no se le ha visto más en la competición. Aunque la lesión evolucionaba de manera favorable, el jugador volvió a recaer y este miércoles tan sólo se le ha visto trotar sobre el césped a un ritmo muy suave.
La buena noticia ha sido Enzo Lombardo. Ausente en la sesión del lunes por una gastroenteritis, el extremo francés ya ha entrenado con normalidad y, si nada se tuerce durante la semana, estará disponible para Ziganda.