Confirmado el final de las negociaciones con el Grupo Costa y desvelado el secreto a voces de las conversaciones con el Grupo Pini (propietarios de Litera Meat de Binéfar) para un patrocinio de cinco años a razón de 1,5 millones que este primer año no podría ser utilizado como tal para realizar fichajes en el mercadao de invierno, la Sociedad Deportiva Huesca otea diversas posibilidades mientras la venta del club sigue moviéndose en despachos madrileños.
Tal y como señalaba EL DIARIO DE HUESCA, el plan B de un grupo patrocinador (con Pini también se tanteó la posibilidad de la compra pero quedó descartada) pensando en la contingencia actual, esto es, la necesidad de fichajes de futbolistas a las órdenes de Antonio Hidalgo para salvar la presencia en el fútbol profesional sólo entiende una vía -salvo que la ampliación de capital por la venta se acelerara, algo improbable a estas alturas-: el aval por parte de miembros del Consejo de Administración de la Sociedad Deportiva Huesca o de patronos de la Fundación Alcoraz.
La explicación no es otra que el exceso en el límite salarial del Huesca, de cuatro millones de euros, lo que inhabilita el patrocinio a los efectos de poder fichar. Primero hay que "tapar" ese desfase, por lo que la opción del aval es la única permitida normativamente.
De seguir esa dirección, se sumarían a los aproximadamente 260.000 euros que se podrán utilizar por las bajas en el club de Aboú Kanté, Enzo Lombardo, Rubén Pulido (por su lesión de larga duración que descarga de sus obligaciones salariales al club para ir por la vía de la mutualidad) e Isidro Pita (se desligará definitivamente del club El Vikingo) otras cantidades que podrían proceder de patrocinios a la Fundación para que ésta, propietaria legal del club, le avalara para que pudiera activar el mercado de invierno. Ahí es donde entraría el grupo italiano en el concepto que se estimara oportuno, quizás el de respaldo económico a la Escuela de Base Aragonesa o alguno de los programas establecidos por la Fundación Alcoraz. No deja de ser paradójica esta realidad cuando ésta adeuda un montante importante a la Sociedad Deportiva Huesca, pero esto es posibilismo y es la alternativa que hay.
En la realidad actual de la Sociedad Deportiva Huesca, intervienen muchos factores que condicionan cualquier salida, pero la emergencia en la que se encuentra -y que sería fatal ignorar- demanda la búsqueda de soluciones factibles para salvar la coyuntura, a la espera de que lleguen mejores tiempos -o se propicien- para optimizar la gestión de un club debilitado y que demanda más realismo que voluntarismo. Con el patrocinio en ciernes pero sin garantías (las variables no son menores), facilitar esos avales es básico para algo más que una permanencia en la categoría.