Óscar Sielva es capitán general. El centrocampista ha alzado la voz este miércoles después del empate en Albacete (1-1), y lo ha hecho con un discurso conservador, siguiendo un poco la línea que marca en cada comparecencia el míster, Antonio Hidalgo. El catalán suma más de 2.500 minutos esta temporada, siendo el tercero que más ha jugado por detrás de Álvaro Fernández y Loureiro.
El domingo hay un partido importante porque, en caso de ganar, habría mucho hecho. "No sé si sería definitivo, pero ganar el domingo sí que sería un gran paso para el objetivo. Viene un equipo que concede muy poco y que lleva todo el año ahí arriba porque han hecho las cosas muy bien", comentaba.
Los azulgranas llegan con la racha de 10 semanas imbatido, por eso ha dicho que "nos hemos convertido en ese equipo que nadie quiere, rocoso, difícil, feo diría incluso, ponemos los partidos difíciles y estamos en esa buena línea. Ojalá sigamos así y cuando antes tengamos esa salvación, mucho mejor".
Sielva pone las claves de esa transformación del equipo en el gran grupo humano y en el papel de Hidalgo. A nivel personal, explicaba estar “disfrutando del momento que estoy viviendo, de poder jugar tantos minutos, de la confianza del míster y agradecido siempre. Sobre todo, quiero ayudar al equipo en todo lo que pueda, dentro del campo o fuera porque al final somos todos uno. Estoy contento por el grupo que hay”.
A sus 32 años, está disfrutando de una gran temporada. Después de pasar tres años en Ponferrada, donde también se sintió importante, en Huesca se siente de una forma "parecida". La veteranía es un grado y "quiero que me vean como un referente para los chavales que suben". Está teniendo protagonismo jugando "de seis", en esa especie de pivote que se encuentra justo por encima de los centrales. Su primer año en Ponferrada también jugó en esa posición, pero en las últimas jugó de 8. "Ahora me encuentro muy cómodo, estoy para lo que se me pida".
Un equipo sólido a domicilio
Si el curso pasado hablábamos de que al Huesca le costaba un mundo ganar fuera de casa, este año la cosa está siendo bien distinta. "Al final es fútbol. Este año nos están saliendo las cosas fuera de casa. Si sumas fuera y luego en casa te da por ganar, al final estás en buena media. Ojalá que sigamos".
El equipo no pierde a domicilio desde el pasado 17 de diciembre, cuando lo hiciera frente al Levante. Además, los azulgranas tuvieron que jugar con un hombre menos desde el minuto 26 por la expulsión de Kento. Aun así, se dieron opciones de empatar el partido en la segunda parte. Este curso, el Huesca ha sacado 21 puntos como visitante, siendo el segundo mejor equipo de la categoría tan sólo por detrás del Leganés (27).