Ficha técnica
SD Huesca: Andrés; Ratiu, Blasco, Jorge Pulido, Florian; Timor, Sielva (Kento 79’), Gerard Valentín (Javi Martínez 87’), Juan Carlos (Marc Mateu 79’); Joaquín (Rubén 30’) y Obeng (Kanté 87’).
Real Zaragoza: Cristian; Fran Gámez, Francés, Jair, Nieto; Francho, Zapater, Vada (Eugeni 77’), Bebé (Bermejo 77’); Puche (Alarcón 46’) y Giuliano Simeone (Gueye 84’).
Árbitro: López Toca (Comité cántabro). Areces Franco (VAR). Ha amonestado con tarjeta amarilla a los visitantes Bebé y Francho. Ha expulsado con roja directa a Pulido, por el Huesca en el 28’, y a Zapater, por el Zaragoza, en el 35’.
Goles: 0-1, minuto 32: Bebé. 1-1, minuto 45: Obeng.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 32 de LaLiga Smartbank disputado en El Alcoraz ante 8.443 aficionados, la mejor entrada de la temporada y récord de asistencia. La grada de general ha dibujado un mosaico mientras los jugadores han saltado al campo antes de comenzar el partido. Jorge Pulido ha recibido una camiseta conmemorativa por los 200 partidos vistiendo la camiseta azulgrana.
Empate y ya. Tablas en el derbi aragonés entre la SD Huesca y el Real Zaragoza en un partido condicionado desde la media hora de juego por la expulsión primero de Pulido y después de Zapater. Ambas por roja directa, ambas un tiro en el pie. Tres protagonistas: los capitanes de ambos equipos y el árbitro López Toca. En diez minutos se ha agitado el partido con las rojas y el gol inicial de Bebé, que posteriormente al filo del descanso ha neutralizado Obeng. Aunque el Huesca ha estado más alegre con igualdad numérica, no ha acabado de estar acertado de cara a portería pese a gozar de buenas oportunidades, entre ellas un disparo al palo del propio Obeng.
La racha de 14 partidos consecutivos puntuando en El Alcoraz se ha prolongado este domingo a 15. Entretanto, el Huesca sigue siendo el rey del empate porque nadie ni en el campeonato ni en Europa firmas tantas tablas como los azulgranas.
Partía Cuco Ziganda con dos cambios respecto a la visita al Racing, con Juan Carlos partiendo desde la izquierda y con Valentín por la derecha. Joaquín y Obeng eran las principales referencias arriba.
La primera amenaza sobre la meta de Andrés ha sido de Bebé, desde el costado izquierdo, encarando a un Ratiu que ha comenzado el partido igual de nervioso que en el choque de ida. El de Cabo Verde ha completado hasta cuatro amagos sobre el internacional rumano antes de poner un centro al segundo palo, demasiado pasado.
Los chicos de Fran Escribá se han adueñado del balón en los primeros diez minutos. Mientras, el Huesca esperaba en su parcela buscando la velocidad de sus hombres más rápidos. Así, en el primer acercamiento, el cuero de Obeng se ha estrellado en el palo. Todo ha iniciado en Joaquín, quien ha bajado a recibir al centro del campo. Se ha girado de manera fabulosa para superar a Jair con una ágil conducción. Ha terminado metiendo un pase por el centro entre líneas para Juan Carlos y, tras un rechace de Cristian, el delantero ghanés ha disparado al palo con un disparo cruzado.
Todo lo visto hasta el momento ha cambiado poco antes de la media hora por la expulsión de Jorge Pulido tras un dura entrada sobre Giuliano y López Toca no ha dudado en mostrarle la roja. Nada que objetar. Joaquín, que estaba siendo de lo más potable y era el hombre que más hacía recular al Zaragoza sin balón, ha sido el sacrificado para que entrara Rubén.
Y cuando el Huesca todavía se estaba asentando con los diez jugadores sobre el césped, Bebé ha rematado al Huesca apenas cuatro minutos después al recoger un centro pasado al segundo palo con fallo incluido de Ratiu y disparar raso y fuerte al costado derecho de Andrés.
El partido parecía haberse ido en cinco minutos. El Zaragoza lo tenía todo a favor: la superioridad numérica y el resultado. Pero en el 35’ ha comenzado un nuevo partido por la expulsión -también por roja directa- de Zapater. El capitán blanquillo ha puesto la planta de su bota en la cabeza de Sielva y López Toca le ha mandado a vestuarios antes de tiempo. Ambas innecesarias y totalmente evitables. Queda la duda de saber si, a criterio del árbitro, la segunda no hubiera nunca sido si no llega a enseñar la primera.
El Huesca ha encontrado ahí un rayito de luz, una rendija para tomar aire con la que llegar con mucha vida al segundo acto. Al filo del descanso, ya en el añadido, Ratiu ha sacado un potente disparo lejano desde la frontal del área que ha cogido portería. Cristian ha parado pero no ha logrado rechazar lejos. Obeng, muy avispado, ha cazado el rechace para firmar el empate casi a placer, con el meta argentino batido en el suelo.
Escribá ha movido ficha en el descanso quitando a Puche y poniendo un centrocampista más con la entrada de Alarcón. El Zaragoza se ha topado con un Huesca renovado que ha estado cerca de anotar a los tres minutos del arranque de la segunda mitad en un contraataque conducido por Obeng. El ghanés ha temido un balón al corazón del área pero Cristian ha rechazado. Ratiu, que ha llegado desde atrás, ha disparado a puerta topándose con la defensa blanquilla. Acertada, ha sacado en la línea de gol.
En igualdad numérica, el Huesca ha tenido más balón y desparpajo a la hora de ir arriba. Sobre todo por derecha, con un Gerard Valentín que rezuma alegría, tan incisivo como de costumbre, que ha traído de cabeza a Nieto.
El partido estaba para el más valiente pero ninguno de los dos acababa de dar ese paso. Mucho balón entre centrales ante equipos cortitos, parapetados atrás sin balón, guardando la ropa y a esperar que sucediera algo en el balón parado.
No se ha cansado Timor de intentarlo con disparos desde el balcón del área. En la primera parte ya ha afinado su zurda con un par de ocasiones y en la segunda parte también ha tenido su oportunidad. Todas ellas desde la frontal. El peligro de Marc Mateu en el balón parado ha salido a escena a falta de algo más de diez minutos para el final. El primer balón que ha colgado desde la esquina cerca ha estado de ser gol olímpico de no ser por el guante de Cristian. El propio portero ha vuelto aparecer para negarle el tanto de la victoria a Florian, con un disparo alto y lejano desde la izquierda.
Esa ha sido la última ocasión reseñable de un Huesca que se ha tenido que conformar con un punto después de una tarde que se le ha puesto realmente complicada. Lo mejor: séptimo partido consecutivo sumando. Un punto más cerca de la salvación.