Defeder se define como una empresa especializada en el desarrollo de productos 100% ecológicos y ecoviables para la agricultura y alimentación animal, a partir de materias primas orgánicas, que se desechan de forma habitual y se les da una segunda oportunidad, una segunda vida. Esta es la breve descripción de esta compañía que fabrica nutrientes para una agricultura sostenible con los atributos de una economía circular de verdad y un departamento de I+D+i dirigido a buscar las aplicaciones más saludables y los más óptimos rendimientos. A punto de cumplir 15 años, multiplica exponencialmente los resultados.
Pero una cuestión es la abstracción para explicar escuetamente su actividad y otra su alma. Probablemente, en su cultura influyen tres aspectos que explican la trayectoria creciente de Defeder Alcolea. El primero, que pudiera parecer circunstancial pero no lo es, consiste en el nombre. Defeder procede de la admiración de Raúl y Joaquín por dos grandes deportistas, Roger Federer y Gervasio Deferr, respectivamente. En el juego de los apellidos, un consenso: Defeder. Así dicho, no dejaría de ser una ocurrencia ingeniosa. Sin embargo, los hermanos Saila trascendían el juego de acrónimos. El tenista suizo representa la calidad, el talento. El gimnasta, el esfuerzo, la tenacidad y las piruetas imposibles convertidas en expresión de fuerza y armonía. Así había de ser la compañía.
El segundo, la cierta trashumancia empresarial. Tras su apertura en Albalate de Cinca en 2011, Defeder se instaló en la Plataforma Logístico Industrial de Huesca (Plhus). Era el año 2016. De hecho, agregan, todavía está el rastro de su nombre. Las carencias en la cultura empresarial del Ayuntamiento de Huesca y el Gobierno de Aragón reflejadas en trabas burocráticas, integrantes de la sociedad gestora del polígono, fueron determinantes para que tomaran el portante y se centraran en las instalaciones en Monzón (2019). Y este pasado año adquirió Oscafos de Albelda, que pasa a llamarse Defeder Albelda.
El tercero, el origen de los dos fundadores. Raúl y Joaquín son maestros, de hecho el primero ejerció durante siete años, Joaquín se quedó fuera de las aulas. El magisterio permite llamar a las cosas por su nombre con precisión, y Raúl expresa a las mil maravillas una de las claves de su ejecutoria cuando nos muestra el invernadero en el que se experimentan los resultados de los fertilizantes para distintas plantas, tierras y circunstancias: "Gastar dinero y a ver lo que pasa es I+D". En Monzón, esa sabia rusticidad es sustituida por un laboratorio, por ingenieros y altas cualificaciones.
UNA JOVEN PLANTILLA
Los hermanos Saila han sido anfitriones, junto a sus directivos Juan, Javier y Jorge, del Foro Huesca Excelente, la agrupación de empresas en torno a unos valores para buscar la dinamización y el carácter emprendedor de la sociedad que reúne a 28 compañías y que acaba de cumplir diez años. Defeder forma parte de esta entidad de una forma muy activa. La visita ha arrancado en las instalaciones de Albalate de Cinca. Resulta fascinante constatar la transformación progresiva de las materias primas en fertilizantes.
En el Polígono La Armentera de Monzón, las oficinas centrales empiezan a quedarse pequeñas por las labores no solo administrativas, sino por la concentración con el laboratorio, con el departamento logístico y también con el comedor. Los Saila ha están preparando unas nuevas oficinas para responder a todas las necesidades.
Defeder fabrica más de 180.000 toneladas de productos, de los cuales 40.000 son para nutrición animal (una línea que va en auge) y el resto son de fertilizantes ecológicos. La compañía mediocinqueña exporta ya a 22 países de todo el mundo, que valoran los nutrientes de calidad tanto para las tierras como para los animales. Agricultores, ganaderos, alimentación animal y piscifactorías conforman el catálogo de productos que crece sin parar. También los proveedores de materia prima que llega de toda Europa.
La calidad es una exigencia, trasciende incluso la norma, como se constata en el producto con el que elaboran "las croquetas de perros o gatos", esto es, el pienso para las mascotas. Una de las naves de Monzón, que está cerrada, aisla harina de cretón, de ave y de cerdo muy exclusivas para conseguir la auténtica excelencia. A ella se aplican los 70 trabajadores, de ellos más de una treintena en Monzón, siete en Albalate y "el resto por el mundo", en tareas de comercialización.
El servicio a los principales clientes de piensos para mascotas es personalizado. Pueden escoger el grado de proteína animal que lleva cada referencia, del 25 al 70 %.
En la agricultura, también se aprecia la evolución. De la agricultura orgánica del origen que dio paso a la ecológica, se ha llegado a la regenerativa. "Muchos suelos están ya dañados por el uso y hay que darles valor. Una de las nuevas tedencias en las que ya somos líderes es la regeneración con tratamientos de fertilizantes. Los resultados son extraordinarios".
TRES NUEVOS PRODUCTOS
Siguiendo su filosofía ecoviable, Defeder ha anunciado precisamente este miércoles el lanzamiento de tres productos que responden a nuevas necesidades de producción y clientela.
Nutricomplet: es un fertilizante ecológico elaborado a partir de materias primas orgánicas de origen animal, con un alto contenido en nitrógeno orgánico de liberación lenta, que evita la lixiviación de este nutriente en forma de nitratos. Además, su contenido en materia orgánica mejora las propiedades del suelo.
Orgapot: es un fertilizante ecológico elaborado a partir de materias primas de origen animal y mineral de origen ecológico, con un alto contenido en potasio que favorece el rendimiento y la calidad de los cultivos. Su alto contenido en materia orgánica mejora las propiedades del suelo.
Biofos: es un fertilizante ecológico elaborado a partir de materias primas de origen animal con un alto contenido en fósforo, macroelemento esencial para el crecimiento de las plantas dado que participa en sus procesos metabólicos. Biofos mejora las propiedades del suelo gracias a su contenido en materia orgánica.
“Los nuevos productos nos permiten aumentar considerablemente la producción, ampliar la gama de aplicaciones en los campos y llegar a más clientes para ofrecerles mayor variedad de fertilizantes ecológicos, según sus necesidades, con más nitrógeno, potasio o fósforo”, asegura Joaquín Saila, socio fundador de Defeder.