El balance de la estancia en las fiestas de San Lorenzo de los feriantes ha sido buena, con bastante público a lo largo de la semana laurentina, que en este recinto de la ciudad se han alargado un día, con descuentos del 50 por ciento en las atracciones, como es tradicional.
“No nos quejamos, ha estado bien”, señala Yolanda Castañé, de la atracción Skylab, la principal novedad de estas ferias, aunque no esconde que, por los comentarios de sus compañeros, se había formado la idea de que iba a ser mejor. A punto de finalizar, “no puedo comparar con otros años; hay quien dice que lo han visto más flojo y otros que igual”, apunta.
De todas formas, se va satisfecha de la reacción del público. “Si nos quieren otra vez, volveremos”, asegura. Lo que sí le ha llamado la atención de Huesca es que el público joven acostumbra a llegar muy tarde a este espacio que ha estado bastante animado de madrugada.
Iván Sada, de la Coordinadora de Feriante de Huesca”, apunta que el día 15 tuvieron que esforzarse para que el público se fuera y cerraron a las 3.00 horas. “Ya no son fiestas y hay que respetar el descanso”, señala. Para este último día de apertura al público, el horario se había fijado a la 1.00 horas.
Para Sada la acogida de los oscenses ha sido buena. “El tiempo nos ha respetado, salvo la tormenta del 14 de agosto -señala-, y ha habido bastante público”, teniendo en cuenta el estado de las economías familiares.
A este respecto, Iván Sada recuerda que se intentó que los precios no se incrementaran este año. “Pero no podemos imponer nada -dice- y en una votación se decidió” el coste de las fichas, que ha sido 5 euros en las atracciones para adultos y 4 en las infantiles. Solo este último día para los feriantes en Huesca se ha reducido a la mitad y el recinto ha acogido a mucho público desde la tarde, en el único reducto de la ciudad que mantenía el ambiente festivo.
El recinto ferial se puso en marcha el mismo día de inicio de las fiestas laurentinas con 59 atracciones, de las que 11 eran para mayores y 17 infantiles, a las que se suman los puestos de hostelería, casetas y tómbolas. Las principales se habían instalado estratégicamente en las calles que forman las distintas propuestas de los feriantes, para evitar aglomeraciones en una zona. Además, este año se ha instalado un limitador de sonido en el recinto para analizar los datos de cara a próximos festejos.