Germana de Foix, segunda esposa de Fernando El Católico y reina de Aragón, Valencia, Sicilia, Cerdeña y Córcega, acreedora también de otros títulos nobiliarios, concedió a Barbastro el 2 de febrero de 1512 la potestad para celebrar una feria por espacio de 15 días, libre y abierta, para la asistencia de comerciantes y mercancías de todo el reino. Esto la convierte en la Feria más antigua de Aragón y una de las más antiguas de España.
La fecha coincidía con la fiesta de la Candelera y de la Purificación de la Santísima Virgen, en el cuadragésimo día del nacimiento de Jesús.
Tras la bendición de las candelas, a las 10:30 horas en la Catedral de Barbastro este jueves, se ha iniciado una procesión, acompañada por la música del grupo Mosicaires, hasta la plaza de la Candelera, en la que han participado numerosas autoridades y vecinos del pueblo.
Allí es donde se ha procedido a la lectura del bando del privilegio de celebración de este certamen y se ha desarrollado una recreación de la concesión de Germana de Foix. La representación escénica ha corrido a cargo de Darío Español y HP LAB de la Universidad de Zaragoza.
A principios del siglo XVI, Barbastro era una localidad con alrededor de 2000 vecinos, que vivían en una ciudad "atrapada" entre dos ríos, el Vero y el Ancho, como se ha indicado durante el acto. Sólo el rey podía instituir ferias y mercados, ya que así podía ejercer un control sobre un foro que se prestaba, si no, a cometer acciones fuera de la ley.
Germana de Foix tenía las atribuciones de su marido, porque se casó con Fernando cuando él era muy mayor y, de hecho, falleció cuatro años después de las nupcias.
Ubicada en el centro de la ciudad por orden real, acudía a la feria gente de todo el territorio y allí se vendían todo tipo de productos. La Candelera se convirtió en una seña de identidad de Babrastro, que perdura hasta nuestros días.