Casa Vero 2025: cuando el vino y la música indie se encuentran en Zaragoza

Zaragoza dio la bienvenida a sus fiestas grandes con un evento que ya tiene lugar reservado en el calendario

patri sola
Gastrónoma y bromatóloga
13 de Octubre de 2025
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Casa Vero, el vino y la música indie en armonía
Casa Vero, el vino y la música indie en armonía

En la antesala de las Fiestas del Pilar, cuando Zaragoza empieza a calentar motores y el Ebro refleja los primeros destellos festivos de octubre, Viñas del Vero volvió a hacer de las suyas. Y no con una cata tradicional ni una jornada de vendimia: lo hizo con Casa Vero 2025, su ya clásico “minifestival” indie, una cita que se ha convertido en el punto de encuentro entre el vino del Somontano y una nueva generación de melómanos que prefieren brindar con copa en mano mientras bailan bajo luces de neón.

El escenario elegido fue Aura Zaragoza, un espacio con vistas privilegiadas y atmósfera de terraza urbana donde, el pasado 2 de octubre, Samuraï, Ultraligera, Carlos Ares, Modelo y DJ Rialto transformaron la noche en una celebración de ritmos, emociones y brindis compartidos. Y aunque la música fue protagonista, el verdadero hilo conductor de la velada fue el vino: fresco, honesto, cercano, como la filosofía que Viñas del Vero lleva años defendiendo.

El vino también se baila

No es casualidad que la bodega del Somontano haya apostado por el indie como banda sonora de su propuesta. Según explican desde la organización, “el estilo de música elegido va en línea con los valores de la marca: real, honesto y auténtico”. Y en un mundo donde las experiencias se buscan tanto como los sabores, Casa Vero se ha consolidado como una fórmula perfecta para acercar el vino a un público más joven, sin etiquetas ni solemnidad, pero con toda la calidad que caracteriza a Viñas del Vero.

La elección de los artistas no se deja al azar. “Cada año seleccionamos a un grupo de músicos que se asemejen a nuestra filosofía”, comentan. No se trata solo de subir al escenario y cantar: los artistas pasan a formar parte de la familia Vero, convirtiéndose en embajadores de la marca y del territorio. Por eso, antes del festival, todos visitaron la bodega, conocieron el proceso de elaboración, pisaron tierra y probaron el vino directamente de la fuente.

Así, cuando llegó el momento de actuar, lo hicieron con un vínculo especial. Saben de dónde viene el vino que acompaña la noche, quién lo ha trabajado, qué historia guarda cada botella. “Queremos mostrarles todo el trabajo que hay detrás de cada vino y a las personas que lo hacen posible”, aseguran desde la organización. Una declaración de intenciones que convierte este evento en algo más que una simple cita musical.

Brindis con dos blancos de Viñas del Vero
Brindis con dos blancos de Viñas del Vero

Notas de cata con ritmo propio

Una de las iniciativas más curiosas que ha surgido de esta fusión entre música y vino son las “Notas de Cata”. El concepto, creado por Viñas del Vero, es tan sencillo como brillante: los artistas que visitan la bodega interpretan su experiencia de una forma completamente libre. Puede ser una canción, una versión acústica entre viñedos o una pieza improvisada bajo el atardecer del Somontano.

Este año, fue Carlos Ares quien se llevó los aplausos con una interpretación íntima y personal entre cepas. “Notas de Cata” no busca la perfección técnica, sino capturar un momento genuino, una emoción. “Son los propios artistas quienes deciden cómo, cuándo, dónde y qué quieren compartir”, explican desde la bodega. “Nosotros simplemente acompañamos sus mejores versiones.”

Esa filosofía —la de acompañar, no dirigir— resume bien el espíritu de Viñas del Vero: una bodega que apuesta por la autenticidad, que prefiere los proyectos con alma y que entiende que el vino, como la música, necesita emoción para ser recordado.

Un público que crece (y madura)

Año tras año, Casa Vero ha ido consolidándose como un referente dentro del calendario previo a las Fiestas del Pilar. Lo que comenzó como una propuesta para acercar el vino al público joven, se ha convertido en una cita intergeneracional donde conviven grupos de amigos, parejas y curiosos del vino.

Aunque en esta edición se percibió un perfil de edad algo más amplio, desde Viñas del Vero lo ven como una evolución natural. “Nuestra marca se acerca a cualquier edad de consumo de vino. Creemos firmemente que la gente más joven puede disfrutar del vino igual o incluso más que de otras bebidas.”

La bodega insiste en que su objetivo no es segmentar, sino conectar. Y lo hace con la herramienta más universal: el disfrute. “Tenemos la suerte de contar con consumidores fieles y enamorados de nuestros vinos”, apuntan. No en vano, Viñas del Vero ha sido siempre una bodega pionera en el Somontano, con propuestas tan emblemáticas como su Gewürztraminer, que rompió moldes en su momento y sigue siendo una de las referencias más queridas de la marca.

Samuraï, Ultraligera y compañía: el maridaje perfecto

El cartel de esta edición fue una muestra clara de esa apuesta por lo auténtico. Samuraï encendió la noche con su estilo irreverente y energético, precediendo a los gallegos Ultraligera, que mezclaron frescura pop y letras afiladas. Carlos Ares puso el punto emocional, demostrando por qué es una de las voces más prometedoras del panorama nacional, mientras Modelo aportó su toque melódico, divertido y algo gamberro y DJ Rialto abrió la velada calentando motores con un set que convirtió Aura en una pista de baile improvisada con sabor a Somontano.

El ambiente fue el de un festival pequeño pero con alma grande: sin postureo, sin distancias, con el público cerca del escenario, copa en mano y sonrisa amplia. Cada canción era una excusa para brindar, y cada brindis, un motivo para seguir bailando.

Grupo Samurai
Grupo Samurai

El Somontano viaja a Zaragoza

Más allá de la fiesta, Casa Vero también tiene un trasfondo simbólico. Es el modo en que Viñas del Vero lleva el Somontano al corazón de Zaragoza, conectando la ciudad con la tierra de la que nacen sus vinos. No es casualidad que el evento se celebre justo antes del Pilar: es la manera perfecta de dar el pistoletazo de salida a las fiestas, con una propuesta distinta, elegante y a la vez cercana.

El público lo sabe y responde. Las entradas vuelan cada año, y la cita se ha convertido en un imprescindible para quienes buscan algo más que un concierto. Porque Casa Vero no es solo música, ni solo vino. Es una experiencia que mezcla arte, territorio y emociones, sin manual de instrucciones.

Un brindis por lo auténtico

Mientras el último acorde se disolvía en la madrugada y las luces de Aura se reflejaban sobre el Ebro, quedaba claro que Casa Vero 2025 había cumplido su cometido: demostrar que el vino puede ser tan contemporáneo como un riff de guitarra y tan fresco como un estribillo indie.

Viñas del Vero no solo ha encontrado la forma de hablarle a un público joven, sino también de recordarle a los veteranos que la modernidad y la tradición pueden compartir copa sin problema. En definitiva, un festival que no pretende dictar modas, sino celebrarlas.

Y así, entre brindis, acordes y conversaciones sobre cuál de los vinos acompañaba mejor a cada actuación, Zaragoza dio la bienvenida a sus fiestas grandes con un evento que ya tiene lugar reservado en el calendario. Porque Casa Vero no solo se disfruta: se vive, se escucha y, por supuesto, se brinda.

Ambientazo en Casa Vero
Ambientazo en Casa Vero

 

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