El triángulo, que es símbolo de la Santísima Trinidad, constituye a su vez signo de fortaleza y de protección frente a las adversidades. En un triángulo paralelo y dentro del misterio propio del cristianismo, la Semana Santa constituye una manifestación externa que llama paradójicamente al recogimiento, a la introspección, a la reflexión. Lo que se ve desde fuera, se vive hacia dentro, se absorbe, se asume.
Y es todo, absolutamente todo. La visión no es sino la absorción de la vivencia de la fe. De ahí que Carlos Jalle, testigo de décadas y décadas pascuales a las que ha puesto imagen y sonido, ha editado un video para EL DIARIO DE HUESCA y para sí mismo -hacia fuera, hacia dentro- en el sentido de pérdida de manifestación, pero no de vivencia, porque en la relación con Jesucristo impera la intimidad, el tú a Tú y, con el prójimo, el Tú con nosotros.
Siete han sido las procesiones que los cofrades no han podido celebrar, no han podido aportar lo mejor de sí mismos, su esfuerzo y su interioridad. Tras las de Domingo de Ramos y el Cristo de los Gitanos, el lunes pintaron bastos y se quedaron sin desfilar las cofradías del Santo Cáliz de Salesianos con el Cenáculo y la del Prendimiento con el paso homónimo.
El martes cayó cara y la Cofradía de San Viator pudo recorrer su ruta con el Cristo Atado a la Columna e igualmente la de la Preciosísima Sangre con la Coronación de Espinas.
Y ahí, como si se dirigiera al Calvario en compañía del Cristo, la Semana Santa de Huesca entró en las tinieblas con el temporal. Miércoles Santo resultó imposible para la Cofradía de Santiago y su procesión de la Enclavación, y la del Nazareno con su desfile.
En el tránsito entre el Jueves y el Viernes Santo, otra mala noticia porque el encuentro en torno a las Siete Palabras de la Virgen Dolorosa y el Cristo del Perdón, dos procesiones en una, no pudo alcanzar esa cumbre de misticismo que representa cada año.
La Procesión del Santo Entierro, el viernes, quedó muy pronto vista para sentencia a pesar de que hasta las 18:30 horas, por la esperanza y por el reglamento de la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, no se comunicó la triste noticia. Un breve acto religioso con presencia de fuerzas armadas, romanos, sibilas y otras figuras pascuales dejó al Cristo Yacente listo para la vela del Sábado Santo.
En el video de Carlos Jalle, se incluye como anticipo entre las pérdidas de la Semana Santa 2024 el encuentro glorioso del Cristo Resucitado y la Virgen de la Esperanza. Hasta el último momento, no se sabrá el desenlace, pero mientras hay vida hay expectativas a las que aferrarse con fe, esa de la que no entienden las nubes. De momento, sólo 4 han fructificado de las 11 planificadas. La estadística, esta vez, es un estado de ánimo.