Sena celebra este viernes y sábado uno de los acontecimientos que marcan la Navidad en la provincia. Su belén viviente y teatralizado atraerá durante estas dos jornadas a unas 1.800 personas que se adentrarán en un escenario único, que impresiona al que lo ve y genera fraternidad entre todos los que participan en la representación, unas doscientas personas de la localidad que viven en estas fechas volcadas en crear magia en Navidad.
Ha habido mucho trabajo previo y en los últimos días, a pesar del frío, todos se han volcado en transformar Sena en la ciudad de Belén, donde la representación gira alrededor del nacimiento del Niño Jesús, una actividad que organiza el Ayuntamiento y la Asociación Cultura Senense. Se han recogido cañas, ramas de pino, de ciprés, enredaderas… todo lo que ahora sirve para adecuar las calles y cuidar todos los detalles de la transformación.
Las distintas escenas se suceden en la zona del casco antiguo de Sena, donde este año la principal novedad es que se ha creado un huerto en el que se ha representado el meteorito que cayó el 17 de noviembre de 1773. Coincidiendo con el 250 aniversario, el verdadero meteorito, que se conserva en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, puede visitarse hasta el 13 de enero en una exposición en el Espacio Ibercaja de Huesca, organizada por el Planetario de Aragón con la colaboración de la Agrupación Astronómica de Huesca. Se trata de una condrita ordinaria H4, llamada Sena, que cayó en un huerto de los alrededores de esta localidad, donde fue recogido por unos vecinos.
El resto de las escenas se mantiene. La visita teatralizada incluye la anunciación, los pastores, hilanderas, herreros, carpinteros, el mercado donde se venden desde frutas y verduras hasta pieles, la colchonera, el censo, este año por primera vez un picapedrero… y numerosas sorpresas. Entre ellas, las actuaciones del cuadro de Danzantes de Sena, de la Coral, el grupo de Gaitas y Dulzainas y la Rondalla. Toda la decoración y los personajes quedan envueltos en una iluminación especial cuando cae la noche y la luz de las hogueras alumbra este gran escenario.
Desde las 17 y hasta las 22 horas, aunque siempre se alarga, se han programado pases para los visitantes en grupos de unas 35 personas cada diez minutos. La mayoría de las entradas se han reservado con mucha antelación, aunque alguna quedaba para última hora. Para la espera se habilita el local social, donde se puede disfrutar de bocadillos y chocolate caliente. También se cuenta con repostería.
El Museo de Oficios Antiguos Monegros de la localidad, además de contribuir con sus utensilios al belén, ha organizado para estos días una exposición de motos antiguas y un photocall, otra interesante propuesta para todos los que acuden a Sena.
Este museo es uno de los mejores de Europa en este género, con más de 6.500 antigüedades, 65 oficios perdidos y diversas secciones para viajar al pasado y conocer cómo era el trabajo antaño. Cada año se llevan a cabo nuevas adquisiciones, entre las últimas, la carretilla del afilador de Binéfar y un organillo, una pieza muy codiciada que ahora se está restaurando para exponerla próximamente.
Todo Sena vive estos días pendiente de su belén viviente, una iniciativa que surgió en 2015, siguiendo una idea del cura Rafael, que impulsó la entonces alcaldesa, Rocío Sanz, y Miguel Buil, en el marco de los Inviernos Culturales que organizaba el Ayuntamiento, y que ha resultado un éxito. Muchos repiten cada año esta especial visita que recoge el espíritu de la Navidad.