A sus 95 años, Nieves Bravo no entiende de límites. Este domingo volverá a colocarse en la línea de salida de la 13 Marcha Aspace de Huesca, como ha hecho ininterrumpidamente en las trece ediciones que suma ya esta fiesta deportiva, solidaria y familiar. Un ejemplo de vitalidad que emociona a todos los que la conocen.
El año pasado, durante el recorrido, sufrió una caída en la que se rompió el hombro. Pero ni siquiera ese revés ha mermado sus ganas de volver a caminar junto a miles de personas que se unen cada año por una misma causa: apoyar a las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines. "¡Ya tengo la camiseta lavada!", ha proclamado con entusiasmo.
Por su constancia, su energía y su espíritu inquebrantable, el presidente de Aspace Huesca, Anselmo Lalueza, ha querido rendirle un pequeño homenaje entregándole una cesta elaborada por los propios usuarios de la asociación, entre ellos unas deliciosas pastas de té. Un gesto sencillo pero lleno de cariño, que Nieves ha recibido con sorpresa y una enorme sonrisa.
"El año pasado iba con mi hija. No sé qué me pasó, que me caí", recuerda, restándole importancia a lo que para otros sería un motivo de retirada. Pero no para ella, que cada primavera renueva su compromiso con esta marcha como quien reedita un voto con la vida.
Nieves Bravo no solo es la participante más veterana de esta edición; es también, sin duda, el espíritu vivo de esta cita.