La noche del viernes del Festival Vino Somontano ha registrado un torrente de visitantes ávidos de probar el más de centenar de tapas ora sorprendentes, ora rotundas, con las que establecer un maridaje emocional y rendir culto, de esta manera, a la excelencia de un acontecimiento gastronómico y cultural que ha cumplido 25 años.
Mucho antes de la apertura de la Muestra del Vino Somontano, riadas de personas de todas las edades enfilaban el camino hacia el recinto ferial, donde se agolpaban en colas de muchos metros en difereentes direcciones. A las 21 horas, en el interior se apreciaban carreras de jóvenes para intentar coger una mesa que sirviera de particular cuartel de los placeres para toda la noche. En los diferentes escenarios donde se ofrecían vinos, tapas y dulces, estaban preparados y conscientes de que la noche iba a ser larga... muuuuyy¡ larga.
Mienetras tanto, comenzaba la fase de degustación del X Concurso de Tapas Festival Vino Somontano cuyo jurado ha presidido este año por el periodista Carlos G. Cano (responsable del programa Gastro SER). Junto al joven de raíces ribagorzanas, tenían la responsabilidad de impartir justicia gastronómica Anabel Costas, vicepresidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca; Javier Robles, presidente de la Asociación de Cocineros de Aragón, y los reconocidos periodistas gastrónomos Enric Ribera (director de gourmetvinos.com, lacuinadecatalunya.com y rutaviajeras.com), José Miguel Martínez Urtasun (director de la revista “Gastro”); Mariano Millán ((redactor suplemento semanal “Con mucho gusto” de Heraldo de Aragón); Ángel Moreno (director de “Enjoy Zaragoza”); Florentino Fondevila (creador y director de “La buena vida en Zaragoza”) y Javier García Antón (director de ”El Diario de Huesca”). Completaba el jurado con mano recta Óscar Torres, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Somontano, Ellos asumían el compromiso de determinar las elaboraciones merecedoras del Premio a la Mejor Tapa (cy sus dos escuderos como segundo y tercero) y la Mención Especial “Aragón, Sabor de Verdad”.
La velada tenía un punto especial de atención en el Espacio Excelencia en el que Carmelo Bosque (Lillas Pastia de Huesca) y Cristian Palacio (Gente Rara de Zaragoza) ofrecían la experiencia de un tercer añadido a un espectacular maridaje (en el que intervenían el tomate rosa, el bonito y la anguila), que es la palabra que seduce a través de las explicaciones y las incitaciones. Lucas, mâitre del Lillas Pastia, ponía en el terreno de juego vinos diferenciales de bodegas de la DO Somontano a grupos reducidos de buenos gourmands que escuchaban fascinados las explicaciones en la parte alta del recinto ferial. Todo tenía su simbología en el culto profano a la gastronomía diferencial, la que tiene Estrella Michelín y otros astros.
Un público predominante aunque no exclusivamente joven (por supuesto que se veían canas y dignas alopecias) hacía colas larguísimas para aprovisionarse de tapas y de vinos en los estantes, en las carpas o en espacios comunes como Las Barricas. La noche avanzaba y cada vez eran más los que se sumaban a la fiesta, como los espectadores del musical We Love Disco de Producciones Yllana, que después de beberse la música de los setenta, los ochenta y los noventa iban a paladear la oferta gastronómica henchidos tras el baño de nostalgia y de celebración de la vida que ofrecía en bandeja Yllana, un seguro para los disfrutones.
La música acompañaba también la muestra con las actuaciones de DJs Pikinho, Jorge Cremades y Joana River en los dos escenarios dentro del recinto ferial. Había pasado holgadamente la medianoche y el ambiente no aflojaba, más bien al contrario. Los restaurantes, bares y participantes seguían ofreciendo sus elaboraciones para beneplácito del público, consciente del carácter histórico del año 25 del Festival Vino Somontano. Una noche increíble que se suma a la impresión del día inaugural, el jueves, que batió las marcas del año anterior holgadamente.
Previamente, el segundo día del Festival Vino Somontano celebraba, a las seis de la tarde, la segunda cata temática del ciclo “25 años en vinos” con “los vinos para las primeras cenas” maridados con productos de la zona de la mano de la sumiller Raquel Latre.