La edad del júbilo es lo que tiene: agudizan sus facultades de la observación y, además, la encauzan hacia donde quieren, como librepensadores que son por mor de los años. El amigo Domingo recorre la ciudad y, repentinamente, como setas, le saltan escudos que han sido prohibidos y por tanto reformados en el caso de la Cofradía de San Lorenzo, la Sociedad Deportiva Huesca, el Teatro Olimpia y la Peña La Parrilla.
Lo cierto es que la afirmación simbólica de la ciudad de Huesca es tan extendida por toda la urbe que nos encontramos el lema "Heroica, Leal, Invicta" en muchísimos lugares de la ciudad. En torno al Parque Miguel Servet, y dentro, una barbaridad. En el interior del pulmón verde, en la parte baja del Monumento a los Reyes de Estirpe Pirenaica de César Montaña en la salida hacia Juan XXIII, tributo a Ramiro I, Sancho Ramírez, Pedro I, Alfonso el Batallador y Ramiro II el Monje, estrenado en 1976. Y en el otro lado el monumento a los oscenses caídos en la guerra que fue encargado a Ángel Orensanz e inaugurado en 1963, con cuatro fornidos personajes que sostienen precisamente el emblema y la enseña oscenses.
Son multitud las papeleras y las farolas, entre otros elementos urbanos, que, en distintos puntos de su altura, reflejan el escudo denunciado con base en la Ley de Memoria Democrática. Aunque no se ha constatado denuncia alguna, la duda es si habrá alguna "caza" de estos símbolos para su sustitución sin, claro está, mermar la integridad monumental.