Ana María Pueyo: "Sigo viendo que después del otoño y el invierno viene la primavera"

La artista abre su galería Iris por las fiestas del barrio de Santo Domingo y San Martín

11 de Noviembre de 2022
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Ana María Pueyo: "Sigo viendo que después del otoño y el invierno viene la primavera"

Ana María Pueyo ha pasado un año muy complicado por problemas de salud. En dos ocasiones, hizo equilibrios sobre el alambre de la vida, pero encontró las fuerzas suficientes para lograr cruzar sin caer al precipicio. Pasito a pasito, y con el apoyo de su esposo, Joaquín, y de sus hijos, con voluntad y tenacidad ha recuperado las ganas de pintar y las fuerzas para seguir adelante.

Así que, felizmente, ha podido abrir su galería Iris, en el Pasaje Almériz, como hace todos los años para las fiestas de Santo Domingo y San Martín. Eso sí, en esta ocasión cerrará las puertas en torno al día 20, porque el mes entero es una prueba demasiado dura para su convalecencia. Cuando mira las obras que hay en la sala advierte ahora que son "pura nostalgia y sentimiento" y cierta sensación de "querer y no poder", pero la impresión que da la artista es que se ha reencontrado con su elemento.

El año pasado, apenas pudo permanecer unos días en su espacio artístico, porque una reacción a la tercera dosis de la vacuna de la covid le originó muchos problemas. Sintió que el mundo se le hundía bajo los pies. Trataba de coger un pincel y no podía, los libros se le caían de las manos, salía al campo y no encontraba la alegría.

Ana María Pueyo ha pasado un año muy complicado por problemas de salud. Foto Myriam Martínez
Ana María Pueyo ha pasado un año muy complicado por problemas de salud. Foto Myriam Martínez

Nunca he tenido la sensación de que Ana María Pueyo le diera importancia a cosas intrascendentes o que minusvalorase los pequeños detalles que hacen los días especiales, pero afirma que en estos duros meses de menguada salud ha reflexionado mucho y ha puesto en orden sus prioridades. El hoy significa ahora "un seguir, pero de otra forma, viviendo la vida con más realismo, dando importancia a las cosas que antes me eran indiferentes".

"Antes tenía la costumbre de ver a las personas cómo actuaban, ahora miro a los ojos y esos ojos me lo dicen todo", añade.

Se recuerda al borde del abismo y se estremece. "No le damos importancia a andar, hablar, pensar, vivir cuando lo tenemos. Hacemos caso de pequeñas cosas que intentan amargarnos la vida y no lo consiguen. Pero, como decía la canción, siempre es más feliz quien más ama".

"Una mirada clara te lo dice todo", insiste, y ha visto muchas a su alrededor, hasta en los peores momentos. Por eso es importante para ella "dar las gracias".  

Y siempre ha estado ahí también la pintura, su "válvula de escape" en los momentos difíciles, la palanca que ha ensanchado su horizonte. "Tengo la capacidad y la alegría de que me emociono con casi todo, con una flor, el agua, un palo que se ha torcido, las flores, la gente o un paisaje. Pero tiene que ser a mi manera, mi personalidad es así", explica.

Me siento muy a gusto en la sala Iris, entre tantos cuadros de los que emana el carácter de su autora y , al mismo tiempo, su delicadeza y su calidez. Me consta que le ocurre a todo aquel que pisa también la pequeña galería. Esos trazos distorsionados tan característicos, que parecen modelar las figuras para transformarlas en una nueva realidad, más bella y compleja. Esos colores que no tienen nombre, porque no aparecen en ninguna otra paleta del mundo ni en los manuales de arte.

Es la obra de una mujer que pinta lo que le apetece y en ese terreno de juego no tiene límites. Le gusta el resultado, es honesta consigo misma. "Si no, haría otra cosa", razona. Y es muy respetuosa con el trabajo de los demás, porque toda aquella persona que pone "su empeño y su alma" en lo que hace, le merece toda su consideración.

Y a pesar de todo el sufrimiento vivido, sigue siendo positiva ante la vida, sin afectación. "Después de una tempestad muy dura, sigo viendo que después del otoño y el invierno viene la primavera, y estoy esperando a que las flores vuelvan a salir. Y tengo el ejemplo de los árboles, que aunque hayan pasado un mal año, al siguiente vuelven a brotar las hojas y las flores".

 

 

 

 

 

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