A punto de recepcionar el Ayuntamiento el túnel de bateo (Dios mediante, este jueves), la sensación es desoladora. Es como tener un pajarico sin jaula, un contenido sin continente, un pueblo a la intemperie. Como ser unos "sintecho". En el caso de Béisbol Huesca, unos "sincampo". Igual que son únicos en España por haber alzado dos campeonatos en los últimos meses, ostentan la exclusividad de competir sin disponer de un terreno en el que entrenar y en el que jugar. Llegado este momento, con el crecimiento de un club ya con más de 60 participantes, seis de los jugadores tienen que emigrar a Zaragoza, a Miralbueno en concreto, para seguir su progresión. Muy a su pesar, con dolor de abandonar esta gran familia. Con la pena de dejar atrás proyectos y experiencias. Con la decepción de que la administración de su ciudad primero no los veía -eran el deporte invisible- y después no ha cumplido su compromiso.
Estas sensaciones son las que inundaban a José Miguel Valdivia "Corojo" este lunes, en medio de un día de lluvia, y a pesar del anuncio de la llegada del equipamiento para la Ciudad Deportiva. Paradójicamente, no ve la luz al final del túnel. Ha recibido recientemente la llamada del director general de Deportes, Mariano Soriano, comunicándole la imposibilidad de habilitarles un campo en terrenos del CPIFP Montearagón o en el Pirámide. Educación, al parecer, no ha accedido a un acuerdo. "Me dijo hace más de una semana que llamaría a Romance. Dejó la pelota en el tejado del Ayuntamiento".
Para los padres y directivos del club, la falta de planificación sólo es comparable con el desinterés. Viene el túnel de bateo y un taller se encargará de adaptarlo para ponerlo en la Ciudad Deportiva. Para hacerse a la idea, es una jaula de 23 metros de largo por 3,5 de ancho y 4 de alto. Permite una veintena de golpeos al minuto en el entrenamiento de los jóvenes y sirve para que practiquen todas las líneas del equipo, también 'pitcher' o 'catcher'. "Es el abecé de cualquier club". Salvo que la voluntad del Ayuntamiento varíe, irrumpirá en los terrenos sin un campo en el que entrenar y disputar los encuentros. Y, además, abierto a una 'invasión' de espontáneos que lo utilicen adecuada o inadecuadamente. El béisbol es un deporte de referencia en muchos países cuyos nativos ahora habitan Huesca, y el uso del túnel habría de ser regulado para evitar que se deteriore y, consecuentemente, deje de tener su utilidad para el Béisbol Huesca.
El pesar invade a Corojo, toda la pasión en su verbo frondoso. Ha sido dos veces campeón de España compitiendo con clubes que disfrutan unos estadios esplendorosos. En Cataluña, en Navarra (la cuna de este deporte en el país), Madrid, Valencia, Castellón, Murcia, Almería, Valladolid, Zaragoza... Entiende que la Ciudad Deportiva de Huesca está infrautilizada salvo el terreno de césped artificial para fútbol y las pistas de tenis y pádel. "Nos falta calidad de condiciones para entrenar". Y, lo peor, se le amontona una sensación: "No le importamos a la ciudad ni a los políticos. Y aquí aguantamos por la pasión y por la voluntad mía y de los padres. Pero en España les parece inaudita nuestra situación con los resultados extraordinarios que hemos tenido este año".
EMIGRACIÓN DEPORTIVA A MIRALBUENO
Tanto va el cántaro a la fuente que la progresión de los sub18 entrenados por José Miguel Valdivia 'Corojo' sólo encuentra certezas a setenta kilómetros. Seis jugadores "emigran" deportivamente a Miralbueno. En el barrio zaragozano, disponen de todo lo preciso para prosperar, con cuatro terrenos, todo el equipamiento y hasta cafetería. A fecha de hoy, el Béisbol Huesca no puede inscribirse en la competición de la Zona Norte y el club capitalino disputará esta competiciónn y la División de Honor. Entrenador, técnicos y padres temen que la fila de traslados se prolongue porque las condiciones son inasumibles. Desde los sub9 a los sub18, más de sesenta jóvenes oscenses pueden verse abocados a seguir el mismo rumbo, mientras la Comisión Delegada de la Federación programa los campeonatos nacionales y, con certeza, serán unos cuantos de ellos los que integrarán las selecciones autonómicas. También enrolados en ellas han abrazado grandes éxitos.
Corojo califica, efectivamente, el panorama de "desesperante. Llevamos meses y años esperando resultados. Que el ayuntamiento cumpla con la palabra dada cuando nos recibieron tras ganar con los campeonatos nacionales. Nos invade el cansancio, la precariedad, las expectativas defraudadas".
Si hizo patente en su día la decepción por la ausencia del alcalde, Luis Felipe, en las dos recepciones consistoriales presididas por José María Romance, ahora los nubarrones se ciernen sobre el hispanocubano a pesar de la luz de los resultados deportivos. "Es muy difícil volver a conseguir todos éxitos. De aquí a recobrar las garantías competitivas para los sub11 quedan tres años. Los sub13 nos darán alegrías en 2024. Y los sub18 probablemente ya en 2023. Pero esto no te garantiza ganar. Y menos sin condiciones, sin sistemas de entrenamiento, sin terreno. Ahora competimos en la Copa de Aragón en tres categorías. Y podemos decir que ver a un equipo de béisbol de Huesca uniformado eso sí que es la magia de Huesca. Suplimos las carencias con mucha organización, mucho entusiasmo de los padres y de los chicos. Pero no vemos un salto cualitativo. Se nos ha esfumado la confianza. Sólo queda el espíritu mío del que se contagia el club. Pero fuera no hay nada. Palabras huecas". Quizás, concluye, sea el momento de hacer ruido para que la ciudad adquiera conciencia de su soledad y de la levedad del peso de la palabra dada desde las instituciones. Esto continuará.