Centenares de oscenses han vuelto a disfrutar con el tradicional concierto de San Lorenzo de la Banda de Música de Huesca. La agrupación es una pieza esencial de la programación festiva y ni los danzantes ni la fiesta del comercio ni la ofrenda de flores y frutos ni las tardes de toros ni otros muchos actos serían lo mismo sin su presencia.
Sin embargo, siempre se sitúan un pasito por detrás, hasta que llega, como este domingo, el momento de su concierto en el kiosco "Maestro Sampériz", en el Parque Miguel Servet, donde toda la atención se deposita en el brillo de sus metales, la fuerza de su percusión o la sutileza de los instrumentos de viento.
Y para darle sentido a todo ello se encuentra el maestro Alejandro Escuer, que tiene siempre una consigna para sus compañeros antes de comenzar el espectáculo: "Que se concentren, que cada uno dé el cien por cien, que lo hagan lo mejor posible, pero, sobre todo, que disfruten y se lo pasen bien", señala.
Antes de que estallara el cohete, incluso, lanzaron los primeros acordes, los de los himnos de España y Francia, en la revalidación simbólica del hermanamiento entre Huesca y Tarbes, para acompañar después la cabalgata hasta la plaza San Lorenzo.
El repertorio de este año, como siempre, ha sido ameno y variado. Ha comenzado con el pasodoble Sueños de mi morena, un recuerdo para su autor, José Luis Sampériz. Le ha seguido una pieza de banda, varios temas encadenados de Disney y de Mocedades y una partitura de Manuel Sariñena, fruto de una investigación de Carmen Lanao Bernad, publicada en la revista laurentina de EL DIARIO DE HUESCA y más ampliada en nuestra edición digital.
Además, este año se ha ejecutado “Una fiesta en Huesca” del maestro Gutiérrez, que recoge una muestra de los actos musicados más importantes para la capital altoaragonesa, y el himno de la ciudad, Osca, del maestro Daniel Montorio.
La banda cuenta con integrantes muy jóvenes, muchos con edades comprendidas entre los 11 y los 18 años. "Es más complicado tener a gente de 20 a 30, porque se van a estudiar fuera. A partir de los 40, se estabilizan en Huesca y vuelve a haber más músicos. El día 10 estamos desde las 9 hasta las 14:00 sin parar y los jóvenes salen por la noche, así que levantarse el día 11 para venir a tocar es muy de agradecer".
Con la Ofrenda de Frutos y Flores finalizará el martes 15 de agosto su fundamental aportación a los días más alegres del año para los oscenses