Los danzantes de Almudévar volvieron este viernes al escenario de la plaza de España, llena de vecinos y visitantes que vivieron con emoción la actuación más esperada de las fiestas. Cuatro Campanas Había, El Francés, Mariquita, El Degollau, Lengua Pulida, Cardelina, La Palanca o Cintas y El Villano forman el repertorio que desplegaron los danzantes ante un público entregado.
Tras tres años sin dances, había muchas ganas de volver y de disfrutar de esta actuación que los danzantes quisieron dedicar únicamente a la Banda Municipal de Almudévar, “que nos lleva acompañado tantos años”, y “a todos los que nos han dejado durante la pandemia”, apuntaron en boca de Juan Campo, que ha sido 28 años danzante y que presentó el acto.
Campo fue el encargado de comentar cada uno de los dances, el primero, Cuatro Campanas Había, un baile “recio, fuerte, seña de identidad del dance de Almudévar y de los hombres que lo bailan”. Es el dance, de palos, que se baila en la procesión de la víspera de las fiestas, en la bajada de la virgen. “Traslada al repiqueteo de la campana de la ermita, mucha gente, empieza a anochecer, la salida de la virgen, la emoción a flor de piel, seguro que la misma emoción que nos van a hacer sentir ahora”, adelantó.
El siguiente dance es El Francés, uno de los dos del repertorio de los danzantes que hace referencia a los franceses. “Es un baile de palos y espadas, que simula una lucha; probablemente haga referencia a la Guerra de la Independencia”, señaló el presentador.
Le sigue Mariquita, baile de palos que habla de una mujer que está esperando a su esposo en casa. “Ya sea por la temática, porque es más largo, por la emoción que le da la procesión al de Cuatro campanas, se baila con un poco más de pausa y con menos ímpetu que el primero”, apuntó Campo.
El Degollau representa la acción de degollar a uno de los componentes del grupo. “Bailando en círculo al son del vals, poco a poco van rodeando a un danzante y colocando espadas alrededor de su cuello”, hasta que el danzante escapa de la trampa.
Lengua Pulida es otro de los bailes que hacen referencia a los franceses, un dance de palo y espadas, que "habla de cuando un francés vino a aprender el aragonés".
Cardelina es un baile de palos, el más rápido del repertorio de los danzantes, “es tan rápido que en ninguno de los pasos se salta para dar los palos”, comentó Campo.
La Palanca o Cintas, es un vals durante el que se van entretejiendo unas cintas alrededor de la palanca y luego la van destejiendo.
Y el último, El Villano, “el más emocionante, el que más gusta”, del dance de Almudévar, que según expertos en 2023 cumple 300 años. “Es un dance de palos y espadas que se baila para la subida de la Virgen, cuando nos da un poco de pena porque han terminado las fiestas -indica Campo-, pero aquí todavía quedan días para disfrutar. Es un baile recio, vigoroso, con salero y rasmia que emociona a todo el mundo”, concluyó.
Además del homenaje a la banda y a los fallecidos en la pandemia, Almudévar también mostró su cariño a tres de sus vecinos que han trabajado para mantener las tradiciones de la localidad: María Pilar Monzón, Eliseo Asso, y José María Latorre, quien ha elaborado los palos que el alcalde de Almudévar, Antonio Labarta, entregó al final de la actuación, de parte de todo el pueblo, a Miguel Félez, mayoral de los danzantes, en representación del grupo, que lo forman también el repatán y cuatro escuadras de palos y espadas de cuatro danzantes cada una, además de dos reservas.