Dio en el clavo. En la presentación de la figura del mantenedor de las Fiestas de San Pedro y la Catedral, que no fue otro que este escribano, Julio Romero utilizó las dos palabras claves, fundamentales: suerte y equipazo. Conjugándolas, vino a significar con énfasis que he tenido la suerte de contar con un equipazo: Myriam, Mercedes, María José y Adrián. En ese momento de una velada entrañable en el Claustro de San Pedro, la alegría desbordaba mi abundante figura.
Estamos en racha. Públicamente, lo han reconocido específicamente un decano de Facultad, una directora de Marketing de una cadena de Supermercados, un director de coro y otras figuras admirables del panorama oscense. ¡Equipazo!
Cuando ayer desvelamos nuestra alianza con HOY ARAGÓN, recogimos abundantes frutos de estos 35 meses en los que hemos publicado más de 33.800 noticias y editado más de 3.100 videos disponibles en Youtube en una verdadera videoteca cuyo origen data del 20 de julio de 2022. Nuestra irrupción en torno a la campana.
La llave de aquella puerta de entrada de un nuevo medio de comunicación libre, plural y definido por un servicio vocacional la portaron unos cuantos. Llegábamos de unos tiempos procelosos, atribulados, que habían frustrado una línea de más de treinta años. Quienes nos habían abocado a la intemperie no pueden imaginar las toneladas de felicidad que nos procuraron al tener que buscarnos la vida. Nunca conocerán esta sensación de frescura, de retorno al viejo oficio del periodista al que, para mayor regocijo, le entregan las mejores herramientas tecnológicas para multiplicar sus rendimientos.
Antes de atravesar aquella puerta, en los cimientos encontramos muchísimo trato de terciopelo. Raúl con aquella idea reivindicativa del nombre de la empresa, El Eco de los Libres. Y, sobre todo, Sergio Bernués, apoyo en los tiempos de tribulación, compañero hasta hace nada, bombilla de la campana que nos define y parte fundamental de EL DIARIO DE HUESCA como socio y como amigo. Con su discreción y generosidad habitual, ha dado un paso a un lado -no le dejaremos irse del todo- para esta "nueva misma" época, convencido del deber cumplido. Como canta la pieza de Il Divo, "lo has hecho bien".
Estos tres años han sido reconfortantes, entrañables. Encontramos en nuestra llegada grupos inquietos y hasta hostiles, incomprensión e incluso zancadillas. Pero caminábamos a hombros de gigantes, como explicitara Bernardo de Chartres. Algunos, en sus aportaciones dinerarias. Muchos otros como socios militantes. Incluso detalles emocionantes: ese regalo de una impresora moderna de Jesús, esa nevera de Pepe, aquella bandeja de embutidos gloriosos de Miguel en la bienvenida, esos vinos de Enrique Sampériz, ese apoyo tecnológico de César, ese San Pancracio -tu madre tenía razón, Marco, ha funcionado-, ese amueblamiento facilitado y asesorado por Nuria y Manuel -¡viva Castellar!-, ese perchero vintage de Nati...
Se avecinaban tiempos duros, pero Myriam y yo teníamos a las mejores. Mercedes y María José apostaron por la incomodidad, renunciaron a abundante antigüedad y al periodismo burocrático para lanzarse a la aventura con una calidad líder en su anterior destino y en este. Unas locas maravillosas. Fidelidad, lealtad y cariño. Luego, Adri, que este ya venía a su tierna edad amamantado periodísticamente y con un arsenal de conocimientos deportivos y taurinos.
Y, más allá de los que están bajo nómina, los que pueden presumir de que han contribuido decisivamente con su voluntariado a EL DIARIO DE HUESCA. El "director general" Pichichi, la jefa de la empresa de limpieza Lina, ese fotógrafo colosal que es Carlos Jalle -sí, se merece todos los reconocimientos del mundo aunque luego me abronque por proclamarlo- y otros circunstanciales pero decisivos como Neofato, Joaquín o José Antonio.
Capítulo crucial para los Studiosi pro Universitate Sertoriana (la gran historia diferencial de Huesca con potencial turístico inmenso) y, dentro de ellos, Bizén d'o Río Martínez y su felicidad porque la vieja cabecera de la familia Martínez estaba en buenas manos. O Macario que se nos fue demasiado pronto. E Isa con sus exitosos consejos saludables, y Josedo con los literarios... Grupos que nos arropan como Cadis y todas sus asociaciones, la Plataforma del Voluntariado, Alzheimer Huesca (y sus hermanas de la provincia), Huesca Suena, Huesca Excelente, el Foro B21 barbastrense o el Lucas Mallada. Nuestras firmas recurrentes y de lujo como José María Pardina, Nacho Alastruey, Miguel Ángel Otín, José Torres, Antonio Naval, Araceli Cavero...
Gratitud, por supuesto, a quienes nos han agasajado con reconocimientos desde aquel primero y emocionante Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra, pasando por el de la Academia Aragonesa de Gastronomía hasta los últimos de la Academia de la Jota Aragonesa, pasando por distintos ámbitos. Hitos jubilosos que no son meta, sino la virtud del camino.
Y nuestros amigos militantes que forman parte de nuestra escuadra, con esos 40 euros anuales de apoyo que son más que un buen goteo financiero, son una sensación de afabilidad social incontestable. La misma que nuestros lectores que fueron nutriendo un grupo social primero de miles, luego de decenas de miles, hoy de centenares de miles. Nuestro objetivo de medio plazo es el mismo que el de Roberto Carlos: yo quiero tener un millón de amigos. Y lo conseguiremos.
Queremos pensar que encuentran algo fresco en un periodismo diferente, más de salones de actos culturales y sociales que de salones de plenos, más de conferencias completas que de notas de prensa, sin excluir ni unas ni las otras. Más de afrontar casos difíciles, de procesar largas sentencias, de resistir ante embates de presiones de grupos que no entienden que esto del periodismo ha cambiado... aunque no todos hayan cambiado.
Como, en términos evangélicos, los últimos son los primeros, nuestras familias. Han sufrido nuestras largas ausencias, nuestras "medias jornadas" largas, nuestras ausencias-presencias meditabundas, nuestras zozobras, nuestros sacrificios... También partícipes, en justicia, de nuestras alegrías.
Corro el terrible riesgo de la omisión involuntaria que nos persigue a los escribanos. Y por esta causa ruego que, si me he dejado a alguien, me lo haga saber, porque el listado es interminable. Y la solución, en esta vía, sencilla.
EL ORIGEN Y EL DESENLACE
Aquel 12 de agosto, 15:15 horas, después de esa pieza oratoria que fue el monólogo de Manuel Ollé en el que anunciaba que los grupos Costa y Arqa salvaban a la Sociedad Deportiva Huesca de su práctica desaparición, me llamó Ricardo Mur. Quería que comiéramos juntos para compartir la visión sobre el club. Al día siguiente, estábamos en el Abba y, en la sobremesa, entramos en otros vericuetos: la posibilidad de alianza entre HOY ARAGÓN y EL DIARIO DE HUESCA. Sin problema, habida cuenta la buena relación con Álvaro Sierra, su director y fundador, desde hace años. Una trayectoria admirable agarrada al terreno de la transformación del buen periodismo.
Han transcurrido diez meses de negociaciones con el tenor habitual de estos terrenos, entre unos movimientos de tiras y otros de aflojas en las legítimas defensas de los intereses. Sin embargo, todos éramos conscientes de que sólo había un final: el que anunciamos ayer.
Con otra incorporación muy querida por todo este equipo, Miguel Liesa, viejo compañero que no compañero viejo, nos aprestamos a crecer en esta nueva-misma etapa. La última de este escribano que se asoma, con 64 años, a la edad de jubilación después de épocas gloriosas con Antonio Angulo (¡cómo hubiera disfrutado este momento!) y con Luis Gómez (me consta que está gozando) entre otros compañeros que tanto se han alegrado (Elena, Cristina, María José... ¡gracias, gracias, gracias!) con tan fausto motivo -que dijera el gran Chulio Brioso i Mairal-. Ni se entristezcan quienes me quieren ni se alegren quienes no. Todavía me voy a pegar una tiradica en el oficio. Con el mismo entusiamo que cuando llegué a Huesca el 2 de diciembre de 1985. Sin reblar... porque me impulsa un equipazo infinito.
P.D.: Por cierto, para quienes han expresado en redes su temor ante el trato a la Sociedad Deportiva Huesca, sepan que Ricardo siempre me ha dicho que, cuando lo merezcan, ¡caña! Y la tuvieron, cuando ya estábamos en este proceso negociador, con el asunto del doble abono. Si hay motivos, habrá críticas. Si hay causa para el alborozo, será mejor para todos.