Huesca se ha levantado este domingo con una cita que ya es tradición y que se ha convertido en símbolo. La XI Carrera contra el cáncer ha vuelto a llenar el centro de la ciudad de camisetas rosas, pero también de propósito.
Casi 4.000 corredores y caminantes han convertido la Plaza de Navarra y las principales calles del casco urbano en un gran ejercicio de compromiso. Bajo el lema “Corramos por la ciencia” y coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Mama, la capital altoaragonesa ha demostrado que sabe correr no solo con las piernas, sino también con el corazón.

A las 10:00, tras la cuenta atrás y el corte de la cinta, se ha dado la salida. El circuito de cuatro kilómetros, con punto de partida y meta en la Plaza de Navarra, ha recorrido Alcoraz, Cavia, Cabestany, Padre Huesca, Coso Bajo, Ramón y Cajal —ida y vuelta—, Ronda Montearagón, San Juan Bosco, Joaquín Costa, Coso Alto, Miguel Servet y calle del Parque, antes de regresar al punto de partida.
Algunos participantes han decidido repetir el itinerario, porque se ha hecho "corto”, en palabras de varios corredores, reflejando la energía de una jornada que no ha dejado espacio para la indiferencia.
La mañana ha sido un retrato coral de la ciudad: familias enteras, padres con niños sobre los hombros, madres empujando silletas, abuelas y abuelos, grupos de amigos, mascotas con pañuelos rosas, y corredores veteranos y debutantes que compartían el mismo impulso: acompañar a quienes luchan contra el cáncer y recordar que la investigación es el camino que abre futuro. La presencia institucional también ha sido amplia, con la alcaldesa de la ciudad, Lorena Orduna, y representantes de todos los grupos de la corporación municipal participando o animando desde la línea de meta.

Por primera vez, el Ejército ha colaborado en la logística del evento, un apoyo muy valorado por la AECC y la Fundación Alcoraz, coorganizadora de la carrera. Su labor silenciosa pero eficaz ha permitido que todo funcionara con precisión.
Roberto Latre y Sonido 54 han puesto la banda sonora, mientras Toño Laguarta ha sido la voz cálida y firme que ha acompañado las llegadas, los aplausos, el reparto de medallas y la entrega de premios. En esa tarea ha contado con la colaboración especial de un grupo de jóvenes de la Asociación Down, con su habitual alegría y entusiasmo. Entre los participantes de la carrera también ha sobresalido una amplia representación de la Asociación Aspace Huesca con sus sillas de ruedas.

El presidente de la AECC en Huesca, José Manuel Ramón y Cajal, ha calificado la carrera como “un éxito absoluto de participación”, al alcanzar el número de 4.000 participantes, aproximadamente 700 más que el año pasado. “Era un poco el reto que teníamos —ha explicado—, pero lo fundamental es que hoy la gente con cáncer y sus familiares se hayan sentido acompañados, que se haya visualizado que Huesca está con ellos. Yo creo que eso se ha conseguido. Y luego está la parte económica, que también es esencial, porque investigación es vida, es supervivencia, y ahí es donde tenemos que ir”.

El presidente ha descrito el ambiente con una sonrisa de satisfacción: “El contacto con la gente hoy ha sido fantástico. Vas saludando a un montón de personas, todos te animan a seguir, nadie te pone ni media pega. Es una asociación muy consolidada, tanto a nivel provincial como nacional. Las carreras que organizamos en los pueblos son multitudinarias, y meter hoy a 4.000 personas aquí es, para nosotros, como si el Real Madrid llenara el Bernabéu. Una pasada, de verdad”.
Ramón y Cajal ha observado algo que le ha impresionado especialmente: "La cantidad de niños que había".
"Eso es fundamental -ha agregado-. No se trata de asustar, ni mucho menos, pero sí de que sepan que esta enfermedad existe y que se puede prevenir. Un 40 % de los casos de cáncer se podrían evitar con buena alimentación, práctica deportiva, sin tabaco ni alcohol. Que los jóvenes lo tengan presente desde ahora me parece fantástico”.

CÁNCER DE MAMA
Aunque la carrera no está pensada exclusivamente en el cáncer de mama, la coincidencia con el Día Mundial ha puesto el foco también en una realidad que el presidente conoce bien: “A nivel nacional se han diagnosticado unos 32.000 casos nuevos y en la provincia de Huesca, unos 200. Está aumentando, sobre todo entre personas jóvenes, menores de 45 años. Y eso preocupa, porque muchas de ellas no han podido cumplir todavía su deseo de ser madres. Cuando una mujer recibe ese diagnóstico, se le paraliza la vida. Es una noticia aterradora. De golpe, todo se detiene. Aparecen las preguntas: qué va a ser de mí, me voy a morir, cómo lo cuento a mis hijos, a mis padres… Luego llegan los efectos de los tratamientos, la alteración de la imagen personal, la pérdida de identidad. Ahí empieza otra lucha”.
El presidente ha querido subrayar que el Sistema Nacional de Salud cubre las necesidades clínicas, “pero no las no clínicas, y ahí es donde entra la asociación”. La AECC atiende aspectos como el apoyo psicológico, la estética o el acompañamiento emocional. “Hace poco hicimos una webinar con Yolanda Gilaberte sobre el cuidado de la piel en pacientes con cáncer, dirigida a profesionales de farmacia y enfermería. Queremos que aprendan cómo enseñar a las pacientes a cuidar su piel y su pelo, cómo usar los gorros fríos para mitigar la caída del cabello. Es un trabajo silencioso, pero imprescindible”.

La jornada también ha visibilizado la imprescindible labor de las personas voluntarias, a quienes el propio Ramón y Cajal ha agradecido públicamente su implicación. Han vendido lotería, productos solidarios y las ya emblemáticas pajaritas rosas elaboradas por Loa y distribuidas por Supermercados Alto Aragón, cuya recaudación se destina íntegramente a la investigación y a los programas de apoyo. Al finalizar la carrera, se han repartido bocadillos, fruta, agua, zumos y barritas energéticas, pequeños gestos que resumen el espíritu del día: dar, compartir, acompañar.
En el aire ha quedado la sensación de que Huesca no solo corre, sino que avanza. Que la ciudad entiende que cada dorsal es una historia, cada paso una forma de apoyar y cada donación una inversión en futuro.
Ramón y Cajal lo ha resumido sin grandilocuencia, con la naturalidad de quien sabe lo que hay en juego: “Hoy Huesca ha demostrado que está con ellos. Con los que luchan, con los que acompañan, con los que investigan. Y eso vale más que cualquier récord”.