La muñeira de Albés, el fado del Cuco y el aleteo de la ilusión

El entrenador del Huesca rumia los recursos a su alcance en busca de soluciones para digerir las carencias

10 de Enero de 2023
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Cuco Ziganda da instrucciones a los jugadores
Cuco Ziganda da instrucciones a los jugadores

Esta noche, bajado el telón del Huesca-Albacete, los directores de la obra han mostrado la bipolaridad propia del fútbol (la alegría del vencedor contra la tristeza del derrotado) a pesar de que el empate deja todo en las tablas del amargo o del dulce punto. Se ha arrancado Rubén Albés por muñeiras, o incluso por rumbas, entre interpretaciones literarias, entre chanzas. Cualquiera diría que ciertamente piensa que se ha podido llevar la victoria... porque ha podido cosecharla. Pero la dinámica es tan alegre en el cuadro manchego que cualquiera corta la juerga. A seguir, a bailar, a bailar.

En la secuencia, la del Cuco Ziganda, la evidente cara de preocupación. El discurso del entrenador navarro asemeja un fado, pero no cualquiera, sino el lacónico, el nostálgico, el triste. Lanza por delante palabras medidas, bien alineadas, pero con el alma herida por la incertidumbre, por la zozobra. Sus labios pronuncian términos como el de la ilusión (en la previa fue el leit motiv) y, sin embargo, su semblante refleja que no halla los senderos para aprehenderla y contagiarla a la afición. Hoy, mañana Dios dirá, no semeja contundencia ni coherencia el mensaje del Cuco, probablemente más impulsado en su contenido por la disciplina de club que por la consciencia que difícilmente le puede elevar el ánimo. Ni una sóla mala palabra. Ni un reproche. Pero el de Larráinzar sabe que lo que tiene es lo que tiene, que da lo que da y que sólo una varita mágica puede alzar el espíritu de la afición.

Las convicciones del fútbol varían indefectiblemente en pocas horas, días o semanas. Quizás cuando acabe estas líneas encuentre el entrenador del Huesca la piedra filosofal que compense la discutible -admitan esta condición al menos desde las susceptibles esferas de la comandancia del club- dotación de futbolistas depositados para su manejo. Quizás, ojalá. Pero, a estas horas, las 0:50 de este ya otro día, 10 de enero, se antoja algo quimérico. Y, sin embargo, no imposible. Como escribió Blaise Pascal, "el hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene". En la habilidad del Cuco, reside la materia prima de esto del fútbol, que es negocio pero es pasión. Por el bien de todos, que el fado varíe sus tonos hacia la racial jota.

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