El prestigio de la Universidad Sertoriana, alicaído por la desmemoria, ha recuperado esta tarde cuotas de interés con la celebración de la festividad de San Lucas, tradicionalmente fecha de apertura del curso en Huesca, de un acto en el Colegio Imperial de Santiago, organizada por Studiosi pro Universitate Sertoriana y el Ayuntamiento de Huesca, que además ha servido de homenaje a la figura de Macario Olivera Villacampa. Una lección magistral de Sergio Paúl ha llevado el mensaje sertoriano al auditorio, que ha escuchado los planes de Pablo Cuevas, presidente de Studiosi, y el compromiso de la alcaldesa, Lorena Orduna.
La ceremonia se ha desenvuelto entre las autoridades y los invitados oficiales y el puñado de habituales a los acontecimientos culturales que desde su fundación ha organizado la asociación. Pablo Cuevas ha sostenido que es ineludible recobrar "el prestigio de la Sertoriana", y a tal empeño encamina la programación de los próximos meses. El objetivo es divulgar una descripción completa del patrimonio material e inmemorial para que la ciudad adquiera consciencia y no permita que se pierda lo que ha llegado hasta nuestros días.
Si recuperar la festividad de San Lucas y la Capilla del Colegio Santiago, "que hasta ahora estaba en condiciones lamentables", es importante, se va a incidir en distintos aspectos de la vida sertoriana desde que Pedro IV concedió en las Cortes celebradas en Alcañiz la exclusividad de la educación universitaria para Huesca. En noviembre, el Teatro del Siglo de Oro será protagonista con una representación de una obra de un autor oscense del siglo XVI por parte de los talleres de teatro del Ayuntamiento y por el Teatro de Robres con una actuación en Bendita Ruina. A este respecto, ha agradecido la colaboración de Eboca en este último evento y también por la edición de más de 200.000 vasos de café con motivos de la Universidad en todas las máquinas de esta empresa de vending.
A la celebración del Tota Pulchra, singular y única en el mundo además de Bien de Interés Cultural, se sumará la divulgación del entramado de colegios en teorno a la Sertoriana. En febrero, está previsto el lanzamiento de un volumen con los artículos publicados por EL DIARIO DE HUESCA y suscritos por los investigadores que conforman Studiosi.
El 12 de marzo, fecha del privilegio de Pedro IV, será la fecha de la presentación del libro colectivo "Universidad y poder. Circunstancias de la Universidad de Huesca", gracias a la inestimable voluntad del Instituto de Estudios Humanísticos de Alcañiz y las universidades de Lisboa y México, para el que colaborará el Ayuntamiento de Huesca.
A estas acciones hay que añadir otra interesantísima publicación, la del libro de Francisco Bartol sobre el proceso litigioso entre la Universidad de Huesca y la de Zaragoza con motivo de la constitución de ésta por Pedro Cerbuna, un punto de inflexión muy importante.
Finalmente, está prevista la colaboración con el Colegio de Médicos con motivo del 50 aniversario del Colegio Universitario, con una aportación de Studiosi para explicar la importancia que tuvieron los estudios de Medicina.
EL RECUERDO DE MACARIO OLIVERA
Con un retrato de Macario Olivera Villacampa junto a él, Bizén D'o Rio ha cumplido el antiguo protocolo que durante cinco siglos exigía el recuerdo para los alumnos y profesores fallecidos. De ahí la memoria del teólogo, filólogo e historiador que en su cerebro siempre albergaba "una mezcla de gozo e inquietud" al proclamar: "Surgió un sabio romano llamado Quinto Sertorio", para remembrar a continuación a Salustio, que hablaba de Sertorio con enorme cariño y castigaba con el odio "la corrupción olig´rquica de la cúspide del Imperio Romano". Aludía a la biografía del sabio soldado escrita en alemán por Schulten para realzar el acceso máximo al poder en el año 76 antes de Cristo, y procedió en Osca a la fundacion de una academia o escuela para enseñar lengua y cultura griega y romana.
El miembro de Studiosi ha manifestado su admiración a este profesor de múltiples materias ("un auténtico divulgador renacentista") que en 1997 leyó la lección inaugural del curso 97-98 en la Universidad de Zaragoza titulada "Las humanidades en la Universidad Sertoriana", para asombro de un auditorio desconocedor de su importancia a pesar de estar colmado de profesores. También ha citado su libro "La Universidad de Huesca. Entre la memoria y el futuro", que ha encuadrado en la antropología filosófica.
La última "inquietud y petición" de este miembro de Studiosi pro Universitate Sertoriana fue que "desapareciera del callejero oscense la calle dedicada al rector Sichar, el único con potestad de mandar y de firmar, al que resultó muy fácil sepultar la universidad de Huesca en las aulas de Zaragoza en aquel aciago día 9 de octubre de 1845, máxime cuando en el mes de septiembre se había asegurado su nombramiento como Catedrático de Derecho Civil, además del cargo de Decano". El consejo del resto de Studiosi a Macario fue "que esperara, pues no eran momentos de cambios" y, si acaso, se podía "suavizar" la propuesta al Ayuntamiento con un nuevo nombre: "Calle Rector de la Sertoriana". Siempre previa consulta a los vecinos.
UN PANEGÍRICO DE LA SERTORIANA Y DE LAS HUMANIDADES
Sergio Paúl, inspector de Educación, investigador y miembro de Studiosi pro Universitate Sertoriana ha pronunciado una brillante lección inaugural en el Colegio de Santiago -recuperado en modo aula magna- en la que ha puesto en valor la reputación y trascendencia de la Universidad Sertoriana y ha hecho una loa de las humanidades.
Sergio Paul ha recalcado la importancia que para toda la provincia tuvo la Universidad de Huesca, como reflejan los diezmos ordenados por el obispo Antonio de Espés para sostener la actividad educativa en 1473. Ha agregado que el siglo XVI estuvo definido por un gran esplendor, y de hecho de su sabiduría emergieron algunos espacios singulares en la ciudad como las albercas de Loreto y de Cortés.
En su origen, la de Huesca fue la quinta universidad de España y estaba "en la champions" -en expresión metafórica- junto a otras europeas como París, Oxford y Cambridge. Es más, ha indicado que mientras otras ciudades buscaban especializaciones en otras materias para el progreso -como el comercio-, la oscense escogió la universidad.
Ha expuesto las razones del arranque universitario en San Lucas, que sucedió a los inicios en San Miguel. El carácter pragmático señalaba esta fecha porque era cuando había terminado la vendimia (para el Pilar). Por otro lado, San Lucas es el tercero de los evangelistas, "el más culto, es maestro y da libros, es médico y pintor y de hecho es uno de los primeros en representar la Virgen con el Niño". Así que el 18 de octubre era momento de centrarse en los estudios y eran la siega, la cosecha de almendros y la vendimia las que marcaban el periodo lectivo.
Era un día de muchos nervios, sobre todo para los estudiantes de Filosofía y de Artes, que eran los que posteriormente se incorporaban, en caso de que progresaran, a las grandes disciplinas. Huesca exhibía una gran efervescencia. "Vivían 5.500 personas y había entre 600 y 800 estudiantes. Había un gran mercado inmobiliario".
Con gran capacidad didáctica, ha reconocido que la característica vida universitaria desenfrenada debía tener su reflejo en Huesca, porque los estatutos de la Universidad de Huesca establecían medidas contra el juego y el ocio desmedido. El duro régimen de estudios motivaba que no acabaran los estudios el 40 % de los matriculados, "se basaba mucho en la memoria". En la biblioteca de Huesca figuraban libros como el "De liberis educandis libellus" (La educación de los hijos) de Antonio de Nebrija y el "Ars et doctrina studendi et docendi" (Arte y doctrina de los estudiantes y docentes) de Juan Alfonso Benavente.
La rutina diaria se fundamentaba en cinco horas de lecciones (de 8 a 11 y de 14 a 16), mucha oración en los colegios-conventos y algunos consejos: nada de carnes pesadas ni de leguminosas, vino fuera, decoración austera y no estudiar después de comer. Los domingos se abría a toda la ciudad una academia con un moderador que escogía dos de entre 24 temas y, durante tres horas, se debatían las posiciones a favor y en contra. Benavente sostiene que a la hora de studiar hay que leer el texto cinco veces. La primera lectura para tomar contacto con el tema, la segunda para fijarse en las partes que integran ell texto, en la tercera se presta atención al contenido de cada epígrafe, en la cuarta extraer ideas generales y argumentaciones, y en la quinta se estudia exhaustivamente y se proponen cuestiones. Las mejores horas son el alba y el atardecer.
Sergio Paúl ha apuntado que los bachilleres, que cursaban cuatro años, "se iban a su pueblo o ciudad y eran los reyes". Si no alcanzaban más que dos, "acababan de notarios".
Paúl, a partir de entonces, ha realizado un elogio de la Filosofía Humanística. "El Humanismo es el Renacimiento y la llegada a Huesca es tempranísima". Ha recordado que a Huesca llegó muy pronto el humanismo y de hecho la Escuela de Gramática es de 1516. En la biblioteca de Huesca, de hecho, el fondo es de "un valor incalculable".
No todo era filosofía oficial. A partir de 1540 los profesores dan cartapacios con apuntes y el Aristóteles ortodoxo deviene en averroísta hasta que se corta de raíz. Desde entonces, circulan los libros prohibidos y se practican disciplinas que no son bien vistas. Es el caso de la alquimia, que en la Iglesia de Santo Domingo de los cirujanos, botánicos y médicos tiene en la fachada una expresión con el "triángulo hacia arriba y abajo, cielo y tierra, cuerpo y espíritu" (símbolo postrero de la masoneria). Juan Cabrero, de Yaso, camarero de Fernando El Católico, precede en la teoría heliocentrista a Copérnico. Estaba convencido de la llegada a América ppr el oeste y convenció a los reyes.
También ha nombrado a dos grandes sertorianos, Martín de San Juan y Juan Huarte de San Juan, este último considerado fundador de la psicología moderna por su concepción de que hay educar a cada cual según sus condiciones, lo que hoy Howard Gardner define como "las inteligencias múltiples". Y ha aludido a las cábalas y a ese gran personaje que fue el navarro Malón de Echaide, comisionado por Felipe II para erigir el santuario de Loreto.
"No todo fueron luces", ha concluido Sergio Paúl recordando la persecución de brujas en Laspaúles, Labata y Huesca. Pero ha incidido en virtudes como la renuncia a las fiestas por los nombramientos de rectores para destinar lo recursos a adquirir libros, y en una loa a la universidad, ha afirmado que la Humanidades llegaron a Huesca por ella, por el gusto por la Universidad y eso ha permitido que Huesca sea una ciudad reconocida".
DEVOLVER EL CICLO COMPLETO DE MEDICINA
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha expresado su satisfacción por recuperar este espacio para el mensaje de la Universidad Sertoriana. Ha recuperado la vida en el Colegio de Santiago, que disponía de 13 estudiantes, rector y médico, heredero de aquella "Osca Romana que creó la primera escuela en el siglo I antes de Cristo". Ha pedido que "entre todos creamos en la necesidad de recuperar el pulso de la Sertoriana, de la Teología, la Filosofía, el Derecho y la Medicina, que siempre ha estado y es legítimo que la preservemos y devolvamos el ciclo completo".
Ha aludido a la importante población flotante que Huesca tenía en 1845, fecha de infausto recuerdo en la que la desaparición de la Universidad hizo perder "cultura, educación y riqueza". De ahí que se haya comprometido a respaldar a Studiosi en todas las acciones precisas para preservar el patrimonio sertoriano.